Hoy, de nueva cuenta, observamos como en Veracruz la bandera que permitió el arribo de los azules a la primera magistratura estatal fue producto de una propaganda sustentada en las raterías de Javier Duarte haciendo a un lado el largo historial del ganador Miguel Angel Yunes Linares y las estructuras de los partidos que le dieron cobijo, el PAN y el PRD.
La avalancha mediática colocó en el olvido el ominoso pasado del candidato azul, así como la de su máximo exponente partidistas, Ricardo Anaya quien hoy es el presidenciable del PAN.
Se escondió al imaginario colectivo las repetidas raterías de Vicente Fox y su esposa; tampoco se permitió evocar los infaustos tiempos de Felipe Calderón y los 120 mil muertos que dejó bajo tierra en su supuesta lucha contra el crimen organizado.
Quién se iba a acordar de las concertacesiones que dieron lugar a la entrega ignominiosa de espacios de poder en lo oscurito o la compra de conciencias de los diputados panistas para apoyar reformas como la energética que hoy tanto le cuestionan al PRI.
Ello al igual que las inconfesables alianzas con Elba Esther Gordillo o los grupos criminales, incluido el Chapo Guzmán que dejaron escapar por primera vez durante el mandato de Calderón.
En Veracruz el votante se dejó llevar por la superficie mediática que rendía con el sacrificio a Duarte, dejando en segundo plano las quejas denuncias y revelaciones contra la familia que hoy detenta el poder –ISSSTE, Puente Grande, Panamá Papers, residencias, fortunas mal habidas y vida disipada-. Simplemente no pasó nada.
Mientras que para el PRD, un partido de izquierda aliado con la derecha panista, el resultado fue el resurgimiento de un instituto político que literalmente estaba en la basurero de la historia producto de tanta ratería y de prostituirse con el mejor postor, es decir, dependiendo del monto de la maleta dependía la decisión de con cual partido coaligarse.
Habrá que recordar a nivel nacional que el PRD ya gobierno, por primera vez en la capital del país bajo el mando de Andrés Manuel López Obrador, se caracterizó por las mismas prácticas corruptas del PRI que hoy critican.
Abusos de poder y dinero a raudales ¿se acuerda usted del señor de las ligas? fueron el sello de este partido convertido en aldeas que lo fagocitaron y dieron lugar a la escisión hoy convertida en el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, Morena.
Incluso Morena siendo un partido tan joven no escapa a la corrupción al estar señalado por sus alianzas políticas y financieras en Veracruz con el gobierno de Javier Duarte, según lo declara en abierto Gabriel Deantes, principal operado electoral del anterior gobierno.
Deantes revela la alianza financiera de Duarte con Morena a la par de la también revelación del senador Héctor Yunes Landa quien en su momento hizo público el caudal de billetes que recibía Cuitláhuac García en Casa Veracruz.
Cui es hoy candidato a gobernador.
A ello se le suma la dama del buen recaudo, la diputada Eva Cadena “Lady Bolsitas” recibiendo millonarias sumas quesque para el Peje… y lo del dinero para no cerrar la presa Yuribia que dejaría sin agua a 500 mil veracruzanos del sur y las cantidades dadas a López Obrador, según Yunes Linares quien además ha puesto al descubierto aviadurías y dineros extra de sus hijos que llevan una vida disipada.
¿Quién se salva del estercolero?
Ni la chiquillada del partido Verde, comprable. En Veracruz la franquicia la tiene Fidel Herrera, ni Nueva Alianza también puesta a la venta y adquirida por el diputado local Vicente Benítez, quien a su vez la puso a los pies de Yunes Linares para no ir a la cárcel.
Y qué decir del mar de la pureza en que se mueve el Partido Movimiento Ciudadano que lidera un exreo, Dante Delgado quien sin escrúpulo alguno bandea entre partidos y es capaz de abrazarse con el PAN de Miguel Angel Yunes con tal de lograr un pedazo de pastel.
De pena ajena recordar que todos estos actores que deambulan en izquierdas y derechas en el pasado fueron priistas.
Estamos por entrar a las campañas electorales en donde los trapecistas del poder ya están encaramados en las redes sociales con cubetas de excremento para gritar ¡Mueran los corruptos del PRI!
Olvidan –la amnesia es típica en los políticos- que el origen de la corrupción que condenan está en sus partidos y en ellos mismos. Olvidan que salieron del mismo estercolero que ahora tapan con condenas y admoniciones.
Dice el destacado doctor Francisco Berlín Valenzuela, padre de la modernización de los procesos electorales en México que “No es políticamente valioso cambiarle al pueblo las urnas por ataúdes para que deposite su voto, insinuando con ello que la democracia ha perecido, porque tal actitud no contribuye en nada al perfeccionamiento de las instituciones y si genera el desaliento que conduce al abstencionismo, al debilitar el espíritu cívico de la ciudadanía”.
Mientras el doctor Luis Enrique Bustos, un experimentado político cordobés hoy entregado a la ciencia, sostiene que si vamos a hablar con verdad “no perdamos de vista que la corrupción es una mierda que alcanza a todos los partidos políticos que cuentan con la complicidad de los diputados federales y locales en abierta complacencia con el gobernador en turno”.
Los corruptos no pueden sustentar una campaña de honestidad, dice, arrojando estiércol al adversario.
“Vámonos mejor por el mejor hombre, por el más honesto, experimentado y congruente y confiemos en que la corrupción no lo alcance. Dejemos a un lado la marca, la marca mata”.
Esos son pues los caminos de Veracruz de cara a la que sin duda será la contienda más reñida de su historia y en donde apuestan por la gubernatura el hijo del Gobernador, Miguel Angel Yunes, el hijo putativo del Peje, Cuitláhuac García y quien va en tercero en la fila, Pepe Yunes.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |