La fórmula Pepe/Héctor, al decir del primero, ha sido del todo acertada en la lucha para alcanzar la Presidencia de la República misma que para Veracruz habrá de representar el rescate de la gubernatura.
Así, Héctor Yunes se convierte en el activo más importante de Pepe para alcanzar el propósito de unir al partido tras lo cual eventualmente sería colocado como el coordinador de las giras de Pepe Meade a Veracruz.
Y es que a poco menos de un mes de concluir la precampaña, la maquinaría priista, según se observa, se consolida ajustando sus cuadros, depurándolos y trabajando para alcanzar la meta de lograr el primero de julio 1.4 millones de votos que le permitan ratificarse como la tercera fuerza electoral de la república y regresar a su partido la gubernatura.
Por lo pronto Pepe lleva ya recorrida la tercera parte de la geografía veracruzana en este tramo proselitista que ya cumple 20 años de visitar pueblos, congregaciones y ciudades desde que contendió por primera vez para una diputación local.
El éxito de su gira proselitista se origina en que el priista, al menos en el último lustro, ha llevado a más de cien municipios poco más de cuatro mil millones de pesos en obras públicas, programas sociales, centros de salud, caminos, drenaje, alcantarillado, así como dinero para proyectos agropecuarios y de apoyo a la palabra.
En tanto, en la tienda de enfrente se observa, del lado del PAN/PRD, desesperación y enojo.
A cada lugar que va Pepe Yunes, al día siguiente llega el gobernador Miguel Angel Yunes a prometer obras, créditos y gestiones ante la federación para programas de toda índole.
Al canto su hijo menor, Miguel Angel Yunes Márquez, anda por las plazas panistas con ejércitos de acarreados echando pleito a los periodistas a quienes agrede cada vez que le preguntan sobre la inseguridad pública y el gobierno fallido.
Del lado Moreno, Cuitláhuac García se observa un poco descolorido.
Anda como la Magdalena con una foto de Duarte con Yunes Márquez insultando y adjetivando a quien llama “bodoque”. Sus planes y proyectos de carácter universitario son desaforados e irreales y sus programas sociales parecen sacados de las obras de Julio Verne.
Será, sin embargo, hasta marzo cuando al calor de la campaña política los tres aspirantes a la gubernatura desplieguen su real fuerza, su capacidad de convocatoria y el convencimiento ante el electorado de que son la mejor opción.
Ya de entrada se espera del bando tricolor finque su estrategia en el cuestionamiento al papá Yunes por su trabajo gubernamental que ha colocado a Veracruz como la entidad más riesgosa para vivir. La inseguridad pública y el desempleo serán, sin duda, la tumba del miguelismo.
Los miguelistas, en tanto, se trenzarán más que con el PRI y su candidato con el loco y sus loquitos de Morena. Por ahí enfocarán sus baterías sin descuidar, desde luego, la desguanzada bandera del Duartismo que prácticamente ya redituó al llevar a la gubernatura a Yunes Linares.
La contienda será, en efecto, de tercios en donde el repunte del PRI se dará en momentos del resquebrajamiento de los Yunes malos y a que no crece el moreno Cuitláhuac García.
Y lo que son las cosas, con la aparente simpleza de “vamos a regresar a Veracruz la alegría”, el solar jarocho se apresta al cambio, a la alternancia en favor de Pepe.
Eso es lo que se observa.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |