En Palacio de Gobierno, con resignación, hablan ya del arrase electoral que morena tendrá en las urnas. Saben perdida la elección Federal: Presidencia, Senadores y Diputados. Pero eso no es lo que agobia al gobernador, ya que a él sólo le interesa una elección.
Miguel pretende operar sólo para 1 de las 5 boletas electorales, y de esta forma lograr, a como dé lugar, perpetuar en el poder el apellido Yunes sin importarle que esto lo lleve a romper acuerdos y traicionar a sus más cercanos operadores políticos.
Su única meta es heredarle la silla del ejecutivo estatal a su hijo y mediante esa vía seguir gobernando.
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Julen y Copete se quedan sólos
Ante esto, son los aspirantes al Senado por el PAN quienes comienza a pagar los platos rotos de la vajilla, pues todo pareciera que la familia Yunes ha decidido marcar un distanciamiento respecto de la campaña del junior, y pese a que durante los actos masivos aparecen juntos todos los candidatos del Frente, es notorio que andan por caminos separados.
Julen se las ven difícil, pues a más de 60 días de campaña, con todo y la inmensa cantidad de espectaculares, no ha logrado posicionarse como una opción atractiva para el electorado veracruzano, y difícilmente logrará hacerlo en las últimas 3 semanas de campaña.
Por su parte, Yazmin Copete, la fórmula de Julen, simplemente no figura más allá de la región de los Tuxtlas, y lo que debería ser en una contienda estatal parece más una local. No abona.
El decrecimiento de Julen en las encuestas, quien aparece en un segundo lugar, pero muy por debajo de Rocío Nahle y Ricardo Ahued, sería razón suficiente para que el gobernador le dé la espalda, marginándole lo que resta de la campaña, para así, Miguel, atrincherarse únicamente en la búsqueda de la gubernatura para su hijo. |