Hay autoridades que ayudan, pero otras se empeñan en bloquear su búsqueda, no quieren que la imagen de México siga siendo la de un inmenso panteón clandestino, en donde hombres y mujeres fueron depositados ahí sin piedad ni consideración.
Nadie sabe el dolor que estas personas padecen ante la desaparición de los suyos, solo podemos imaginarlo.
Y ante eso, debemos tener sensibilidad y respeto. Ayudar si es posible.
Pero quien demostró que no posee nada de esto, fue el candidato de morena al gobierno del estado, Cuitláhuac García, al señalar que al menos el sesenta por ciento de los desaparecidos en Veracruz eran muchachos dedicados a delinquir.
No importa en todo caso a que se dedicaban, eran hijos e hijas, padres, madres, hermanos, hermanas, que no regresaron a sus casas y que no tuvieron la oportunidad en todo caso, de enderezar sus vidas.
No es posible que alguien que aspire a gobernar el estado se conduzca con tal ligereza y es que más allá de las capacidades y cualidades que posea Cuitláhuac, se ha empeñado, como parece, en ser una mala copia de AMLO y navegar en la ola morenista sin prepararse de fondo y sin demostrar tener visión de estado y seriedad en los temas más delicados.
No entiende Cuitláhuac, lamentablemente, cree que solo necesita que gane su líder para sentarse en palacio. No sé si le alcance.
Por lo pronto intentó aclarar que solo dijo que eran jóvenes, le quitó lo de delincuentes y ofreció una disculpa. Veremos si se la aceptan y las consecuencias en las urnas. |