Y es que hace dos años, en un afán de joder al enemigo, jodieron a Veracruz y eso ya no puede ser.
Veracruz necesitaba de altura política, la cual claramente fue manifestada ayer y se suma al discurso conciliador, sereno y respetuoso que el ganador ha venido sosteniendo.
No debe ser nada fácil para el gobernador, sin embargo, habrá que reconocerle los tamaños para salir a pronunciar esas palabras que todos esperamos en los hechos se sostengan.
Que sea para bien del estado y de quienes aquí vivimos, que estamos hartos de confrontaciones estériles y ávidos de un estado que abra oportunidades de desarrollo y trabajo digno. De un estado que tiene a más de la mitad de su población en pobreza, a la que urge sacar de esa situación e incorporarla a una vida digna y de oportunidades.
Si el gobernador electo Cuitláhuac Garcia, ya tenía ante sí la prueba más dura de su vida, ahora, con las condiciones políticas que imperan el grado de dificultad aumenta.
No habrá a quien culpar, toda la responsabilidad de cumplir las amplias expectativas que se tienen será de él y de su equipo de trabajo. Tienen mayoría en el congreso local, en el federal y al Presidente de la República de su mismo partido. No habrá pretextos, los ojos estarán puestos desde ahora en su desempeño.
Todos queremos que le vaya bien, los que le apoyan y los que no lo quieren, por que si le va mal, nos va al a todos y Veracruz ya no aguanta más. |