Sin sorpresa alguna el anuncio de quien será el secretario de desarrollo económico en el próximo gobierno.  Casi todos los colegas sabían y habían dado por adelantado, que Ernesto Pérez Astorga  sería el designado.

Ernesto es un empresario muy estimado en Xalapa, hombre de resultados, sin escándalos y honorable, que a partir de diciembre tendrá una responsabilidad seria al frente de una dependencia que debe ser generadora de inversión y de empleos bien pagados.

Para los empresarios que tanto se han quejado de lejanía del gobierno y de que no los toman en cuenta, el nombramiento que hace Cuitláhuac les deja la bola en su terreno.

Uno de los suyos, para atender lo suyo; un empresario que sabe de los problemas que enfrentan, que tiene visión global de negocio y que deberá poder interpretar las necesidades  fielmente para convertirlas en acciones de gobierno que generen inversión en el estado.

Mucha de la lana de los empresarios ha dejado de llegar al estado principalmente por la percepción de seguridad, pero también es cierto que no ha habido un lenguaje de igual a  igual y tampoco los empresarios locales han sido tomados mucho en cuenta que digamos.

Pérez Astorga ahora deberá enfrentar a sus pares, sus exigencias y canalizarlas. No dudo de su capacidad, pero habrá que ver que tanto lo podrá apoyar Cuitláhuac, cuando se encuentre en la realidad económica y de seguridad que enfrenta el estado y que sin dudarlo, puede cambiar  el panorama planeado en cuanto a la jerarquización del recurso.

Esto deberá sacar lo mejor del nuevo secretario, para que con creatividad y con menos presupuesto, pueda reactivar a uno de los  sectores  fundamentales de la economía, que lo es el empresarial, necesario para mantener la planta productiva y el empleo.

Tremenda tarea, esperemos que sea para bien de Veracruz.