Recibí una llamada del primer circulo de AMLO para preguntarme si era verdad que el Gobernador Miguel Ángel Yunes, a pesar de estar plenamente facultado por la ley, había decidido no presentar propuestas al Congreso para las 12 vacantes de magistrados en el Poder Judicial. “Hizo bien”, me dijeron del otro lado del teléfono, “y de paso le dejó la papa caliente a Cuitláhuac”.

¿Cómo interpretar que el Gobernador Miguel Yunes haya declinado dejar 12 magistrados en el Poder Judicial? Si bien es cierto presentó sus argumentos oficiales en una conferencia de prensa, ¿qué es lo que realmente comunica este movimiento?: ¿pérdida de poder?, ¿cansancio después del polémico tema del Fiscal Anticorrupción?, ¿buscar pasar rápido los meses y estar con sus nietos?, ¿no desgastarse más?, ¿o ninguna de las anteriores?

La verdad de las cosas es que en el plan del Gobernador Yunes no estaba perder la elección en Veracruz. La idea era simple: mantener la mayoría en el Congreso; impulsar tanto un Fiscal Anticorrupción como a 12 magistrados del Poder Judicial; continuar tras los duartistas, meter a la cárcel a un par más, y finalmente, entregar el poder a su hijo el primero de diciembre. No ocurrió así.

En todas las oficinas del gobierno yunista estaban preparados para hacer una entrega-recepción “entre amigos”; donde pudieran aplicar aquella máxima de “lo arreglamos en el camino, nos vamos a estar viendo”; los propios Secretarios se observaban repitiendo en el cargo (algunos), otros preparándose para competir por una alcaldía, o simple y sencillamente, no dejando el despacho para un sucesor morenista. 

Si Yunes Márquez hubiera ganado la Gubernatura, y no les hubiera ido tan mal en las diputaciones locales, dudo que su padre declinara proponer los magistrados para el Poder Judicial. La elección lo cambió todo, “lo pudo todo”.

“Ahora que Yunes no presentó sus propuestas, la instrucción es que la ministra en retiro, Olga Sánchez, asesore a Cuitláhuac García para que, en su momento, proponga jueces que no sean tan susceptibles de ser llamados magistrados-carnales, que aún así, de todas formas, la oposición lo dirá, los panistas de la próxima legislatura, lo cual nos tiene sin cuidado, la verdad”, me dijo la voz en el auricular. 

En contraste, en los muros del CEN blanquiazul consideran que Yunes declinó de proponer magistrados para cerrar, de una vez por todas, su ciclo en Veracruz. “Logró lo que quería, Alejandro, ser Gobernador y ganar cuando nadie creería que lo haría, tuvo la mala suerte de vencer para un periodo de tan sólo dos años, y toparse con el fenómeno electoral de AMLO, buscó impulsar a su hijo, le falló, no se puede todo”.

Aunque la mayoría en Veracruz pensaba que López Obrador ganaría la Presidencial, el imaginario colectivo estatal no veía a Cuitláhuac García venciendo a Yunes Márquez, pues no se lo permitirían. “¿Crees que el Gobernador dejará a su hijo perder después del pleito personal que se trae con AMLO? Para nada, eso no pasará”. Y ocurrió. 

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