Y mientras se efectuaba la reunión entre AMLO y el Gobernador Electo de Veracruz, Cuitláhuac García, en la Colonia Roma, en un despacho contiguo, dos personajes del grupo de transición hablaban del próximo ablandamiento en el caso contra Javier Duarte; comentaron que siguiendo los pasos de Elba Esther Gordillo, “pronto, muy pronto”, el oriundo de Córdoba podría abandonar el Reclusorio Norte. 

La idea que flota en la mayoría de los mexicanos, y más aún en los veracruzanos, sobre que en breve Duarte pudiera salir de prisión, no es tan descabellada. En realidad, nunca antes el ex gobernador de Veracruz había estado más cerca de respirar aire fresco. 

De acuerdo a testimonios de personas incluidas en el primer círculo de AMLO, la PGR no localiza pruebas contundentes para fundamentar sus acusaciones contra Duarte, de ahí que el propio ex abogado del veracruzano, Marco Del Toro, haya dicho que dejaba el caso prácticamente resuelto. 

La autoridad tiene hasta el día 15 de este mes para presentar pruebas que vinculen a Duarte, sin algún margen de error, a los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero. De no lograrlo, los abogados del ex gobernador harán pasar una vergüenza más a la PGR, antes del cambio de poderes. 

Aunque los casos de Elba Esther Gordillo y Javier Duarte son diferentes, ambos podrían podrían pasar a la historia como presos políticos, sean o no culpables de los delitos que les imputan; sea o no injusto para muchos que gocen de libertad. 

Por ello, en esta charla en la casa de la Colonia Roma, a la cual tuve acceso, la preocupación no era que Duarte saliera libre, sino que la PGR, “como que no quiere la cosa”, la coincidiera con algún evento importante de AMLO, o por qué no, la efectuara justo un día antes de su toma de protesta, y así, activar murmullos sospechosos, tal como ocurrió con Elba Esther Gordillo. 

No olvidemos que Javier Duarte se ha calificado más de una vez como preso político, y en caso de salir antes de que Peña Nieto abandone Palacio Nacional, o incluso poco después de que AMLO sea Presidente, el de Córdoba tendrá “armas” suficientes para lanzar aquella máxima de “se los dije, se los dije”. Veremos qué ocurre.

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