Ello sin contar las transas, amenazas a familias completas para no votar por ella y sí por el converso panista Rodrigo García Escalante, así como comprar votos a pie de urna hasta en cinco mil pesos y comprometer a grupos ciudadano a llevarlos de sus casas a las casillas electorales y devolverlos a sus domicilios… todo ellos con un bono de gasolina por 300 pesos.
La del pasado primero de julio fue en Pánuco la transa en su máximo esplendor.
Ortega Arteaga, una mujer de lucha quien no se arredró cuando, previo al arranque de su campaña, recibió en su domicilio una mano humana cercenada, recibió de parte de los magistrados electorales del TEV un dictamen denominado “Procedimiento Especial Sancionado TEV-PES-63/2018”.
En él se confirma la violencia de género “contra quien fuera candidata a la diputación local del 1º Distrito Electoral de Veracruz con cabecera en Pánuco, por los partidos PRI/Verde”.
En el testimonial electoral de los magistrados queda claro y comprobado que fue objeto de violencia, violación de sus derechos humanos, manifestaciones agresivas hacia su persona, sus familiares y colaboradores a lo largo del proceso electoral.
“Se vulneraron los artículos 1, 4, 8, 35, 39, 40, 41, 116 y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como el principio de no violencia previsto en el artículo 4 bis del Código Electoral Local a consecuencia de repetidas llamadas de intimidación (comprobadas), a que el 24 de marzo un comando armado atacó y privó de la vida a uno de sus colaboradores, a que el 3 de abril recibió una amenaza criminal, a que parte de su equipo de trabajo ha sido levantado y a que el Regidor 18 de Pánuco, Slim Romero, allegado a la candidata fue agredido en la cabeza con la cacha de una pistola y un bat”.
En el informe se asienta además que el OPLE –ACOPLEV-OE-264-2018- cuenta con la misma información del Tribunal Electoral al igual que el testimonial de la mano cercenada arrojada en su domicilio el 13 de mayo con la leyenda “Vamos por ti, el que avisa no es traidor”.
Todo ello apunta al grupo adversario que presuntamente recae en Rodrigo García Escalante hijo del cacique Ricardo García Guzmán quien desde la época de Miguel Alemán controla el norte de la entidad.
“Los votantes no eligieron en libertad”, dice el testimonio del TEV sustentado en la coacción lo cual “no permitió que el adversario tuviera una mayor ventaja y libertad de operación electoral”.
Consecuentemente el tribunal electoral da por legítimo que la aspirante Octavia Ortega Arteaga “estuvo limitada y sometida a reducir sus recorridos en aras de proteger y salvaguardar su integridad y la de su equipo de trabajo”.
Y concluye que el día de la elección Rodrigo García Escalante, quien ya ocupó la alcaldía de Pánuco y una diputación local, “utilizó artimañas ilegales para alcanzar el triunfo”.
Habrá que recordar que en el 2016 cuando la familia servía al gobierno de Javier Duarte, Ricardo García Guzmán en su calidad de Contralor General, nunca vio cómo se esfumaron 35 mil millones de pesos de las arcas públicas.
Un audio incriminatorio difundido en las redes sociales, nunca desmentido, revela todas esas acciones delictivas, así como sus vínculos con el crimen organizado.
Hoy de cara a los resultados electorales el TEV exhorta a la renovación electoral y traslada, a petición de la afectada, la exigencia a las autoridades electorales para que convoquen a la brevedad a nuevas elecciones.
Ese escenario significaría en modo alguno el derrumbe de un imperio de papel periódico fincado por esta familia carente de apoyo político de cara al nuevo régimen que encabeza Cuitláhuac García.
Es más, ya no cuenta ni con el apoyo de Miguel Angel Yunes tras repetidas traiciones.
Octavia Ortega Arteaga por su parte adelanta que está lista para contender por la diputación local tras la reposición de la jornada electoral asumiendo que lo que ha vivido en su trabajo político no le ha sido fácil.
Está cierta, como decía Winston Churchill, que “en la guerra podemos morir una vez, pero en política muchas veces”.
Y agrega:
“He sido objeto de vejaciones, jaloneos, acoso e injustos calificativos. Cada día te inventan un amorío y no le dan crédito a tu trabajo profesional, tampoco a la tarea política; luego las amenazas, las repetidas agresiones y difamaciones, pero el reto es no abandonar la plaza; que exijamos se respete el mandato ciudadano. Yo estoy lista para iniciar una nueva campaña electoral y que los panuqenses decidan”.
El juego ya cambió.
Tiempo al tiempo.
*El autor es Premio Nacional de Periodismo
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