A través de un video que circuló en redes sociales, el primer edil porteño acentuó que si esta misma acción se aplicara tan sólo en el Senado o en el Congreso de la Unión, se estarían recolectando algo así como 2,600 millones de pesos, beneficiando a más de 2 millones de jóvenes con becas para alumnos de distintos niveles en todo el país.
Vaya que esta vez los dichos de Fernando tienen toda la verdad.
Sin duda.
Y es que mucho se ha hablado de una “austeridad republicana” en la era de la cuarta transformación y la disminución de los salarios para congresistas y empleados gubernamentales. Sin embargo, nada se sabe sobre donde pararán estos dineros públicos, y en honor a la verdad, es una buena idea el hecho de destinar estos capitales directamente al reforzamiento del sector educativo, no como está sucediendo por ejemplo en temas del Conacyt donde se armó tremendo lío por la solicitud de cancelación de becas, cuando la educación debe de ser una prioridad.
Pero esa es otra historia.
En fin, quienes aseguraron que después de lo sucedido con el “efecto peje” en las pasadas elecciones, Fernando Yunes iba a enmudecer o se iba a agazapar estuvieron equivocados, el edil veracruzano prácticamente se encuentra inaugurando obras todos los días, encabeza eventos y lanza estos interesantes retos.
Al final este presidente municipal sabe, y muy bien lo que es ser oposición.
POR CIERTO, alguien debería de calmar las “ansias de matador” del diputado local electo Juan Javier Gómez Cazarín, pues anda aceleradísimo pensando que puede ser el coordinador de la bancada de MORENA en el Congreso Local, cuando ni siquiera puede argumentar una buena declaración en las conferencias de prensa, y solo repite y repite el discurso barato de “austeridad”, cuando su pichurrienta propuesta de reducción de salarios solo será de 2 mil pesos menos, tal y como no los cuenta en sus redes sociales la periodista Lulú López.
Caray, primero que termine la escuela.
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