Miente el gobernador de Veracruz, y lo hace con esa desfachatez, con ese aplomo que le caracteriza.
Presume Miguel Ángel Yunes Linares que en menos de dos años de su administración ha “cumplido con los compromisos en materia de salud”.
Miente. No hay uno sólo de los compromisos que hizo en campaña, que se haya cumplido a cabalidad.
Cuando Yunes Linares andaba, por segunda vez, en busca del voto de los veracruzanos para ganar la gubernatura, anunció los que serían sus “10 compromisos en materia de salud pública”.
Para que los veracruzanos se lo creyeran, firmó esos compromisos ante un Notario Público, el mismo que ha dado fe pública de todas las posesiones de su familia, su amigo y compadre, el número 10 del puerto de Veracruz, Leopoldo Domínguez Armengual, casualmente hoy investido con el cargo de Secretario de Turismo del Estado.
El número uno de esos compromisos fue: “Medicina para todos”. El surtimiento de medicinas del cuadro básico del Seguro Popular, para todos los hospitales del Estado y los cien centros de salud mas grandes (mayores a ochocientas familias de población) con un esquema de entrega de recetas por desabasto para canjear en farmacias privadas, para lograr el cien por ciento de medicamentos surtidos.
En septiembre del 2017, el titular de la Secretaría de Salud, Irán Suárez Villa, aseguraba que el abasto de medicamentos en hospitales y centros de salud era del 75% y culpaba –como sucedió en todas las áreas durante los dos años- a las pésimas condiciones en las que había encontrado dicho rubro.
Pero ni siquiera esa cifra es real.
La adquisición de medicamentos fue uno de los grandes negocios de Miguel Ángel Yunes en su brevísima gestión como gobernador. Contra toda lógica, decidió no sumarse al programa de compra consolidada de medicinas, que encabezó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Tan sólo en el 2017, este mecanismo de adquisión conjunta generó ahorros hasta por 3 mil 175 millones de pesos.
Para garantizar la transparencia en este procedimiento, el proceso de licitación se realizó bajo las siguientes medidas: Apertura con actores externos (SFP, OCDE y Unodoc); reuniones y acompañamiento con la industria; transmisión en vivo de las fases de licitaciones, y micrositio con toda la información sobre la licitación.
Demasiada transparencia no convenía a los intereses de Miguel Ángel Yunes.
En su perorata de este martes, el gobernador de Veracruz aseguró que había conseguido garantizar el abasto de 9 de cada diez medicamentos, lo que también es falso, pero de todas formas confirma que no se cumplió el compromiso firmado ante notario: cien por ciento de abasto.
Su segundo compromiso fue: “Infraestructura digna”. Rehabilitación de instalaciones, baño, jardinerías, señalética, bancas, uniformes e imagen de cien centros de salud. La renovación se hará siguiendo criterios de acreditación y priorizando en zonas de mayor concentración de pacientes.
Ese fue otro de sus pingües negocios. Canceló contratos con proveedores veracruzanos de equipo médico, y se trajo a “los suyos”. Las pocas obras que se hicieron fueron a dar a las empresas consentidas del gobierno yunista, y nunca alcanzaron ni la mitad de este compromiso. Los hospitales y centros de salud lucen en total abandono.
Programas como Médico a tu Puerta, Clínicas de Azúcar y Vemos por Ti, formaron parte de las herramientas propagandísticas para impulsar la fallida campaña de su primogénito, para que se convirtiera en su sucesor.
Tampoco funcionaron sus otros compromisos, como la “Línea Directa”, para que todos los hospitales del estado atendieran con prontitud cualquier emergencia, lo que sigue sin suceder.
Con el programa “Peso por Peso” pretendió influir en la inversión pública de los ayuntamientos y sólo lo consiguió con aquellos que tenían fuertes compromisos con su gobierno.
El supuesto “reconocimiento” al personal de salud que cumpliera con los indicadores del programa sectorial, fue la incorporacióin de los trabajadores del sector salud en nóminas “fantasma”, lo que les generó severos problemas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
El único objetivo que Miguel Ángel Yunes alcanzó plenamente con el sector salud, fue aumentar su ya de por sí cuantiosa fortuna.
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Epílogo.
Hace dos años el hijo de quien hoy gobierna Veracruz encabezó un movimiento de presidentes municipales para exigir al gobierno estatal (en ese entonces encabezado por Flavino Ríos) el pago de compromisos financieros que no se habían cumplido. Hoy las circunstancias son muy distintas. Hoy es el diputado local de Morena, Zenyazen Escobar, quien plantea exhortar a las autoridades a cumplir con los pagos a los Ayuntamientos. El coordinador de la bancada de Morena demandó al Ejecutivo del Estado dar solución a las sentencias emitidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), relativas a los pagos de las participaciones retenidas, más los intereses generados, a los diversos Ayuntamientos del Estado. El legislador dijo que los Ayuntamientos tienen la responsabilidad de garantizar el bienestar social de sus pobladores y para lograrlo deberán contar con el presupuesto necesario. La propuesta fue turnada a la Junta de Coordinación Política, donde dormirá el sueño de los justos. *** La diputada local Miriam Judith González Sheridan propuso una reforma constitucional para establecer el requisito a quienes busquen una curul en el Congreso local, posean una preparación académica de educación superior. Dijo que debe privar un panorama profesional que dignifique la labor legislativa, con la garantía de tener un trabajo de mayor eficiencia y mejores propuestas con estudios de fondo e impacto real en la sociedad.
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