Intolerante y de poca visión sería pensar que por el solo hecho de haber colaborado en gobiernos priistas o yunistas se le debe negar a alguien su propia calidad moral. Un gran número de exfuncionarios supieron conservar su verticalidad y sirvieron a Veracruz sin ambiciones personales pese a que haya retrógradas que no lo entiendan y confundan institucionalidad con servilismo. 

En los primeros días del Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, se han destacado en medios de comunicación ciertos nombres de exfuncionarios que han sido contratados en diversas áreas de la administración y que desafortunadamente han sido señalados no precisamente por sus currículas -acordes o no con el cargo-, sino simplemente por no ser Morenos químicamente puros (que de plano ni los hay, pues pocos o quizá ninguno podría decirse que nació con el Partido o el Movimiento de Regeneración). 

Dos nombres cuando menos pueden ilustrar lo antes dicho: el doctor Orlando Uscanga Muñoz, a quién por instrucciones del gobernador Cuitláhuac se le encomendó dirigir la Jurisdicción Sanitaria VIII en el Puerto de Veracruz. Uscanga, ha estado en varios cargos y los ha desempeñado con honestidad y eficiencia en otros lugares de Veracruz. 

Otro nombre es el de Diana Santiago Huesca, ex diputada local por el PRI y pieza importante en el gobierno municipal de Américo Zúñiga Martínez en Xalapa. Ella fue nombrada delegada de la SEV también en el Puerto de Veracruz. Diana es maestra de profesión y siempre se ha conducido con ánimo de servicio. 

Deberían ser los resultados los que hablen por ellos y no los prejuicios y linchamientos a priori.

Hay otros casos como el del ex perredista Sergio Rodríguez Cortés que se cuecen aparte, pues seguramente será un funcionario capaz y entregado, pero definitivamente él sí se ha visto involucrado en varios escándalos durante su vida pública por lo que no se explica uno por qué lo contrató Cuitláhuac. Pese a eso, incluso a él habría que darle el beneficio de la duda.

Maldito ejercicio de profunda limitación mental han ejercido muchos veracruzanos en los últimos años. A muchos, sin ningún argumento sólido, cuando se les quiere incomodar sencillamente se les dice “tú fuiste Duartista”, “tú fuiste Fidelista”, y ahora “tú fuiste Yunista”. Incluso exhiben su increíble limitación mental al exhibir a personas porque en algún momento de su vida se tomaron una foto con los exgobernantes.

Cuitláhuac García Jiménez se sabe que sopesó a la perfección todos los casos de esos mandos medios y superiores. A algunos los palomeó y a otros de plano los eliminó de las listas. Cuitláhuac no vio moros con tranchetes para seleccionar a sus colaboradores y para fortuna de algunos se fijó más en sus capacidades, aunque para tirria de otros, estos hayan estado ya en gobiernos anteriores.