En cuanto a combatir a los ladrones de gasolina, adelante, aunque se produzcan perjuicios colaterales como el desabasto temporal de combustibles. Es preferible que no hacer nada como los anteriores gobiernos que cómodamente se cruzaban de brazos, eran omisos o cómplices de este saqueo a la nación.
No es perfecto el gobierno de López Obrador. Por ejemplo, en lo personal considero un desacierto el otorgar mensualidades, becas, sueldos o como gusten llamarles, a jóvenes que ni estudian ni trabajan.
El error número uno y el peor hasta ahora, es haber cancelado el nuevo aeropuerto de Ciudad de México.
Otra decisión innecesaria es la realización de conferencias diarias de prensa por parte del presidente López Obrador. ¿Para qué entonces sirve la oficina de comunicación social? ¿Por qué ocupar en esto el valioso tiempo del presidente y de los integrantes del gabinete? Son horas y horas al día que bien pueden utilizarse para planear y ejecutar acciones de gobierno en vez de estar respondiendo a veces repetidas preguntas sobre los mismos temas sin informar nada relevante.
Sería mejor espaciar estas conferencias, tal vez una por semana o por mes, o efectuarlas sólo cuando la importancia del caso lo requiriera.
De todos modos, dejémoslo trabajar y no queramos que en menos de dos meses resuelva problemas que vienen de años atrás, como la inseguridad, la corrupción y la pobreza. No es mago ni hacedor de milagros.
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