“Fíjense qué paradoja, qué contradicción. Un estado rico con pueblo pobre. Porque Veracruz es más que un estado, es una república, tiene de todo. ¿Qué faltaba en Veracruz? Un buen gobierno”.
Así, con ese simplismo, con esa claridad, Andrés Manuel captó la atención de los asistentes a su mitin en Córdoba, este domingo.
Y es que, quienes acudieron a los eventos que encabezó López Obrador, fueron aquellos que lo llevaron a ganar, en su tercer intento, la Presidencia de la República.
El pueblo, la raza…
Andrés Manuel López Obrador recorrió el sur y centro de la entidad durante tres días. Tuvo eventos multitudinarios en Minatitlán (la tarde del viernes, en el Tecnológico), en Acayucan (la mañana del sábado en el campo de beisbol “Luis Díaz Flores”), y en Córdoba (en el parque 21 de Marzo, en el corazón de la ciudad, justo frente al Palacio Municipal).
Quizá fue coincidencia, o se trató de una muy meditada estrategia, pero recorrió en estos tres días algunas de las zonas más “calientes” en el tema de la inseguridad, zonas en las que se ha mantenido la alta incidencia de delitos de alto impacto.
Apenas el 30 de enero, el Presidente declaró “el fin de la guerra” contra el crimen organizado y explicó cuáles eran sus objetivos en materia de seguridad, que distan mucho de lo que se plantearon sus antecesores:
“No se han detenido a capos porque no es nuestra función principal. La función principal del gobierno es garantizar la seguridad pública, ya no es la estrategia de los operativos para detener a capos. Lo que buscamos es que haya seguridad, que podamos disminuir el número de homicidios diarios. Lo que me importa es bajar el número de homicidios, el número de robos, que no haya secuestros. Eso es lo fundamental, no lo espectacular”.
Como sucedió durante la campaña electoral del año pasado, durante su recorrido por territorio veracruzano, López Obrador tuvo siempre a su lado a Cuitláhuac García, a quien presentó como “un hombre honesto”.
La semana pasada algunos analistas se preguntaban qué había atrás de la decisión del Presidente de visitar durante tres días ciudades de especial trascendencia para el estado de Veracruz.
“Viene a darle su respaldo al gobernador, cuyo nivel de aceptación ha ido a la baja”, sugirieron algunos. “Le viene a jalar las orejas a Cuitláhuac”, mencionaron otros.
Nada de eso.
Si el Presidente tuviera la intención de llamarle la atención al gobernador de su partido, lo habría hecho apenas la semana pasada, cuando Cuitláhuac García viajó a la ciudad de México, acompañado, entre otros, por el secretario de Gobierno Éric Cisneros, y por el Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín.
Lo que sí es cierto es que el gobernador de Veracruz se ha visto sometido a una incesante campaña de golpeteo mediático, para el que no estaba preparado y contra el que no ha podido –o no ha sabido- aplicar una campaña de contención.
Y es que, en contra de su equipo de Comunicación Social, están las limitaciones que ellos mismos se han impuesto: no influir en el criterio editorial de los medios de comunicación; no “sugerir” temas a los analistas políticos. En síntesis, no pagar para que no les peguen.
La convicción del Presidente -que ha adoptado al pie de la letra el gobernador- es que sean los hechos los que desmientan las campañas en su contra. Algo así como “trabajo mata grilla”.
Pero mientras la población aprende a percibir los avances de un gobierno poco dado a la estridencia mediática, no le cayó nada mal al gobernador la visita de quien ha sido su gran mentor y el impulsor de su meteórica carrera política.
La presencia de López Obrador en Veracruz abona, sin lugar a dudas, a fortalecer la confianza de la población en los gobiernos de Morena.
A ver cuánto les dura esta recarga.
* * *
Epílogo.
Sucedió en Acayucan, en el segundo día de la gira de trabajo por Veracruz del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Educadoras y madres de familia demandaron al Gobierno federal que garantice recursos para que puedan operar las estancias infantiles. Mientras López Obrador anunciaba apoyos para el campo, un grupo de ciudadanos se manifestó contra el recorte del financiamiento a 9 mil 300 estancias infantiles. *** “¡Me canso ganso! Que los niños continúen en las estancias infantiles. No los desampares”, se leía en una pancarta que sostuvieron ante el Presidente. El Gobierno federal suspendió, para el primer bimestre de este año, el apoyo de 950 pesos mensuales que otorgaba por cada niño inscrito, con el argumento de que la Secretaría del Bienestar publicaría las nuevas reglas de operación hasta el 28 de febrero. *** Madres de familia y trabajadoras de esas estancias infantiles no se han quedado cruzadas de brazos. Por lo menos en las que operan en Veracruz se han organizado para hacer rifas y financiar la operación de esos centros de atención infantil sin tener que reflejar el déficit en el bolsillo de los padres. *** La ineficacia de la Fiscalía General del Estado, que aún encabeza Jorge Winckler, se hizo aún más evidente este domingo. El secretario de Gobierno, Éric Cisneros, viajó al municipio de Atoyac, donde se registró un homicidio. El funcionario estatal se encontró con las oficinas de la Fiscalía cerradas, sin nadie que pudiera atenderlo. El abandono total.
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