El machismo y los feminicidios son actualmente los principales males lacerantes de nuestras mujeres.
Desde hace unos días está vigente la campaña #NiUnaMenos, auspiciada por los empresarios, la cual busca proteger a las féminas que puedan sentirse en peligro, para que se resguarden en cualquier establecimiento y les brinden los medios, así como el acompañamiento para que lleguen sanas y salvas a su casa.
Aplaudo y respaldo está iniciativa, puesto que guste o disguste, lo aceptemos o no, las mujeres se han convertido en el motor de Veracruz.
A partir de que se concluyan los censos de bienestar del gobierno federal, podremos saber con exactitud cuántas son, pero me aventuró a asegurar que son millones las mujeres jefas de familia en Veracruz, las que todos los días se levantan muy temprano y se acuestan muy tarde, de lunes a domingo, los 365 días del año, para salir en busca del sustento de sus hijos.
Puedo equivocarme, lo acepto, pero asumo el riesgo de afirmar que la economía veracruzana se ha tornado rosa, es decir, son las mujeres quienes le ponen color, empeño, dinamismo, empuje y éxito. Lo mismo en el campo, la industria, la construcción, el comercio, la academia, la política, el arte, la cultura, el deporte, los servicios y hasta en la milicia, las mujeres se han ganado espacios y se han metido literalmente " a codazos".
No les ha sido fácil, han sido años de lucha, de sufrimiento, vejaciones, discriminación, acoso laboral y sexual, pero lejos de victimizarse, ellas se dedicaron todo este tiempo a prepararse, a estudiar, capacitarse, se han convertido en mujeres Alfa; esto es, líderes naturales que no esperan por un hombre que les dé su lugar, porque ellas saben quiénes son y el lugar que ocupan, que no es por encima ni por debajo de otra persona. Y no es que sean una aplanadora que va por la vida imponiendo sus deseos, mucho menos aspiran a comportarse como hombres ni menos femeninas, simplemente son seguras de sí mismas, emprendedoras y cuentan con un alto nivel de autoestima.
Si bien son muy competentes para la vida, los retos no las intimidan, porque si no saben algo, lo aprenden. Es imperioso que el gobierno del estado implemente políticas públicas para protegerlas, para que nadie las lastime, menos que les arrebaten la vida.
Cabe recordar que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) reportó una inversión de 13 millones de pesos en Veracruz para dos Alertas de Género por Violencia Feminicida que no han servido de nada.
Es precisamente por ello que hace unas semanas, la representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nira Cárdenas Oliva urgió en Xalapa a detener los asesinatos de mujeres y sentenció: "Ni una (mujer) más señor Gobernador, ni una más en Veracruz”.
Se emitió una declaratoria de Cero Tolerancia de la Violencia contra las Mujeres por parte del Gobierno del estado, pero hasta parece una mala broma, porque con todo y declaratoria, las siguen asesinando.
Es urgente pero sobre todo importante que desde el Congreso se modifiquen y aprueben leyes, pero habló de propuestas serias, no de tonterías ni de ocurrencias como la de Ana Miriam Ferráez y su toque de queda.
Así pues, el motor de Veracruz son las mujeres y no lo digo yo, baste mirar a nuestro alrededor y constatar que ellas están por todos lados, enfocadas en sus actividades y moviendo a nuestra entidad. Bien por ellas, ni una menos.