Ahora como dice la expresión "vuelve la burra al trigo", misma que se usa para expresar hartazgo y fastidio frente a algo que se repite numerosas veces, como por ejemplo una opinión, argumento o error, sin que el interlocutor enmiende un ápice su discurso; incluso repitiéndolo cuando se ha dado por zanjado el asunto.
Y es que este viernes habrán de arremeter de nueva cuenta las huestes del gobernador Cuitláhuac García Jiménez en su intentona por hacer procedente los juicios políticos contra el Fiscal Jorge Winckler Ortíz.
Tras haberlo dejado fuera de la reunión de seguridad a la que convocó en Coatzacoalcos junto a Leonel Cota Montaño, subsecretario Seguridad del Gobierno Federal y en donde anuncia la llegada de 450 elementos de corporaciones federales para salvaguardar la seguridad en la zona sur.
En una demostración más de falta de tacto político el gobernador de Veracruz, mal asesorado continúa exhibiendo su falta de tolerancia a todo lo que no signifique Morena y su 4T.
Para su suerte las democracias así son, a menos claro que al mandatario estatal le acomode mejor otro tipo de régimen político, porque de otra forma no existe justificación para gobernar la entidad a capricho, con un comportamiento que raya en la inmadurez.
Será ahora cuestión de ver que los legisladores pasadas las semanas desde que se suspendió la Sesión Extraordinaria quienes terminen de realizar un trámite que se vicio de origen por la actitud poco profesional de los operadores políticos.
Se sabe que al menos 19 diputados habrían expresado ya ante notario su negativa para aprobar dichos dictámenes, seguramente habremos de conocer pasado el termino y la sesión de la serie de presiones, artilugios y cañonazos que se soltaron en el afán de quitar de la función al actual fiscal.
Pero en el fondo, lo que el gobernador García Jiménez y sus seguidores deberían justificar, es cómo su constante testarudez por achacar la culpa de todo al titular de la FGE, no los exime de su culpa y responsabilidad en cuanto se refiere a garantizar y brindar la seguridad que mandata la constitución.
Solo para ello le recordamos lo que señala el Artículo 49 de la Constitución Estatal, en su fracción IV que a la letra dice son atribuciones del Gobernador: “Velar por la conservación del orden, tranquilidad y seguridad del Estado, disponiendo al efecto de las corporaciones policiales estatales, y de las municipales en aquellos casos que juzgue como de fuerza mayor o alteración grave del orden público; así como impedir los abusos de la fuerza pública a su cargo en contra de los ciudadanos, haciendo efectiva la responsabilidad en que aquélla incurriera.”
Así que vayan buscando otra justificante a la inacción e irresponsabilidad del estado en cuanto a la comisión de delitos se refiere, pues es el Estado el primer respondiente en este sentido.
Al tiempo.
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