Atendamos un contexto histórico: 18 de marzo de 2019. El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho sobre PEMEX, al conmemorar el 81 Aniversario de la Expropiación Petrolera impulsada por Lázaro Cárdenas:
“Nuevos campos, cero deuda y nueva refinería”: la de Dos Bocas, Tabasco, para cuya construcción ya se invitó a cuatro empresas de Estados Unidos, Italia, Francia y Australia.
La realidad macroeconómica de México determina que, de no salvarse Petróleos Mexicanos –hoy la empresa energética más endeudada del mundo- se corre el riesgo de colapso en la economía nacional, dada la dependencia que durante décadas se construyó alrededor del simbólico organismo como parte de un modelo que en lugar de ser abiertamente capitalista se construyó mixto: privado y estatista.
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Tres hechos, tres historias, diversos nombres…
Un pasado reciente que es presente crudo, cual petróleo, en lo que definimos –párrafo cuatro- como contexto histórico, a propósito de diferenciarlo de una fecha histórica: el 18 de marzo de 2019.
Nombres clave:
Santana Cruz Bahena (+)
Roberto de los Santos de Jesús (a) ”El bukanas”.
Ricardo Pacheco Tello alias ‘El Quino’ o ‘El Nacatero’.
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Hay dos frentes esenciales para ganar o perder una guerra:
- El empleo de la psicología
- El uso de la inteligencia
Hoy, en ambos casos se usan mensajes ligados, per sé, a medios masivos de comunicación; los tradicionales o los generados en la revolución tecnológica como las redes sociales.
Ejemplo del combate psicológico son los bloqueos a vías de comunicación realizados por el CJNG en Veracruz.
Lograron su cometido: si no espantaron al gobierno y su fuerza física es decir policías y fuerzas armadas –miembros de la fuerza civil se quejan, por lo menos, de un abandono por parte de sus superiores- sí han sembrado psicosis a lo largo y ancho de la entidad.
El CJNG golpea a su enemigo –el Estado que posee el monopolio de la violencia, afirma Weber- en un flanco clave: su aliado principal, la población a la que está obligado a cuidar y de la que requiere –para funcionar y lograr el éxito a fin de no perder el poder político- la confianza, la credibilidad –Maquiavelo, Sun Tzu, dixit-.
Hubo un error en ese aspecto de parte del gobierno de Veracruz: la visita oportuna del gobernador Cuitláhuac García a Tierra Blanca debió ser un éxito con una fotografía oportuna y una reunión estratégica junto a los policías y fuerzas armadas a su disposición.
Sin embargo, se optó por un mensaje pueril del gobernante cenando una hamburguesa, intentando con ello transmitir la idea de que Tierra Blanca está en paz.
Tal idea no funcionó porque la realidad es distinta: Tierra Blanca no está en paz.
Tierra Blanca está en manos del CJNG y este enemigo pintarrajeó camiones, quemó unidades en carreteras estratégicas, colocó mantas, mató policías –el saldo le fue desfavorable porque hubo más víctimas mortales de su lado pero ni ese dato se explotó con la adecuada acción mediática-psicológica para transmitir a la población el dato conveniente: “Sí, hay una guerra, pero estamos ganando…”
El uso de la inteligencia permitió que el ataque armado a las bases de la policía en Tierra Blanca y Jáltipan no reportara bajas del lado oficial.
Lógico: hubo información a tiempo sobre la fuerza y estrategia desplegada por el enemigo y no encontraron gente para matar –Sun Tzu, lectura obligada-.
Empero, una vez más, el CJNG perdió la batalla de la inteligencia y el fuego pero ganó la batalla mediática-psicológica.
El terror siguió sembrándose (Ver la película “El discurso del Rey” y consultar la biografía de Winston Churchill)…
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El rescate de PEMEX representa salvar la malograda economía nacional y nos ubica frente a una dicotomía:
La economía nacional es mucho más que PEMEX, tanto por el resto de bienes naturales que pertenecen al Estado como por la parte de nuestra productividad que se mueve desde la iniciativa privada en los tres sectores: el primario, el secundario y el terciario.
Empero, la carga fiscal versus PEMEX, la corrupción, el descuido estructural de nuestro aparato productivo oficial, así como la dependencia porcentual de nuestro sector privado frente a poderes económicos extranjeros, abonan a ese maridaje que nació el 18 de marzo de 1938 y que hoy -lejos de ser motivo de festejos- nos coloca de rodillas ante la Virgen de Guadalupe para que nos envíe una rosa blanca y nos ayude a salvar a la empresa “madre de todos” los excesos, los errores de modelo macroeconómico, los robos de cuello blanco, sindicales, de la mafia, de las codicias inagotables que tienen a México postrado.
Ramón López Velarde el poeta visionario nos contó sobre La Suave Patria que vivía y la que vendría:
El Niño Dios te escrituró un establo
y los veneros del petróleo el diablo.
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El tema pasa por el huachicoleo.
A Santana Cruz Bahena lo asesinaron en su domicilio de la población de Hidalgotitlán, Veracruz, el 20 de noviembre del 2017.
Aquella barbarie, ejemplo de absoluta impunidad, fue protagonizada por unos 30 sicarios que sacaron de su casa al entonces alcalde electo por el Partido Nueva Alianza, quien entraría en funciones el primero de enero del 2018 y lo murió frente a su familia, de cara al pueblo, a plena luz del día…
No hay detenidos por aquel suceso que Miguel Angel Yunes Linares, a la sazón gobernador de Veracruz, relacionó de inmediato con el robo de combustible en una zona repleta de tomas clandestinas, dada la cercanía a Minatitlán donde se ubica la refinería “Lázaro Cárdenas”, que surte combustible al centro del país y cuenta con un importante paso por Puebla, parte del triángulo rojo del robo de gasolinas.
Roberto de los Santos de Jesús (a) ”El bukanas”, es señalado como uno de los líderes más importantes en el negocio sucio del huachicoleo en territorios de Veracruz y Puebla.
El gobierno de Miguel Angel Yunes Linares ofreció un millón de pesos por datos para su captura pero dejó el poder sin lograrlo.
A Roberto de los Santos se le vincula con el cártel de los zetas y se afirma que fue policía municipal y finalmente un encumbrado huachicolero.
Ricardo Pacheco Tello alias ‘El Quino’ o ‘El Nacatero’, habría sido el autor intelectual del asesinato del jefe máximo de la policía federal en Veracruz, Juan Camilo Castagné, en junio del 2017.
“El Quino” era jefe del CJNG y los golpes de la PF a huachicoleros en la zona Orizaba-Acultzingo, habrían provocado la orden de quitar la vida al jefe policiaco.
Pacheco Tello intentó entregarse luego de que se detuvo a los autores materiales de la muerte de Juan Camino Castagné.
No se lo permitieron y cayó abatido el 30 de junio del 2017 en Puebla…
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Las violentas jornadas que está viviendo Veracruz se vinculan a la serie de acontecimientos aquí expuestos.
La línea recta que narra estos hechos no constituye el eje fundamental de una realidad atroz –transversal, cíclica, que obliga a ser vista bajo diversas ópticas geométricas- que todos los veracruzanos deseamos cambie.
Una de las claves se ubica en asumir que se trata de una guerra. Punto número uno.
Se requieren acciones de inteligencia militar y atender frentes como el combate psicológico con el apoyo de los medios de comunicación y el empleo de nuevos escenarios mediáticos como las redes sociales.
El Arte de la Guerra es el engaño, afirmó Sun Tzu.
La frase, tan llena de sabiduría acerca de la naturaleza humana y la sociedad que hemos construido durante milenios, posee una profundidad que permite levantar ejércitos y ganar guerras sin lanzar un tiro.
Nuestro gobierno debe entender –insistimos- que lucha contra sí mismo porque el Estado, en México, ha sido el creador de los cárteles que hoy están sin control.
Añadamos un dato: hay una generación perdida que prefiere perder la vida dentro de una burbuja a donde los ha conducido el fracaso histórico del siglo XX.
Debemos, entonces, defender a las generaciones que vienen detrás y evitar el error que cometimos con los muchachos que alimentan al CJNG, a los cárteles del pacífico, del golfo, los zetas y sus crecientes anexos… |
