A ese ritmo, luego de que los primeros días de febrero el jefe de ejecutivo reiteró su compromiso de acabar con el basurero a cielo abierto más grande de américa latina, éste podría desaparecer a la mitad de su sexenio.
Los más de 2 millones de toneladas de desechos que ofrecen una vista vergonzosa en el camino Minatitlán-Coatzacoalcos y Minatitlán-Villahermosa -junto a los miles de zopilotes que pueblan el área- dejarían de costar vidas humanas víctimas de la contaminación de aire, tierra y mantos acuíferos.
Josefa González Blanco Ortiz Mena, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, le dio seguimiento al trabajo federal lo que habla bien de su compromiso.
Un dato para doña Josefa y el gobernador Cuitláhuac: muy cerca de Minatitlán, en el municipio de Texistepec, se ubican 300 hectáreas con 2 mil 600 pozos extractores de azufre que operaron desde fines de la década de los 60s hasta principio de los 90s en lo que fue la Compañía Exploradora del Istmo (CEDI).
Los vecinos de Texistepec, de origen Popoluca, disfrutaron por lustros la riqueza económica generada por CEDI.
Al cerrarse la empresa durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari –en pleno impulso al sistema económico neoliberal- aquello se volvió un paraje muerto, excepto por la grave contaminación que se genera vía los 2 mil 600 pozos cerrados pero vivos y por tanto generadores de un lento goteo de líquido azufroso y mortal.
Este, durante años, ha bañado potreros, arroyos, ríos de Texistepec y ninguna autoridad federal ni estatal ha puesto remedio.
Consecuencia: en Texistepec no hay agua potable; la que se consume es agua azufrosa y de acuerdo a la versión del alcalde Saúl Reyes Rodríguez es causa de muertes por cáncer.
Una empresa, LIM del Puerto, recibió de Petróleos Mexicanos un contrato para extraer desechos azufrosos de lo que fue CEDI.
El acuerdo en cuestión no incluye cierre de pozos ni limpieza de la contaminación lacerante en lo que fue CEDI.
Se pactó sacar desechos y ya.
LIM del Puerto hace lo propio y da cabida a un gran negocio particular al vender en millones de pesos los desechos que extrae sin pagar por ello un solo peso a las autoridades locales ni estatales.
¿Hay utilidad para PEMEX?
Se ignora por la falta de transparencia al respecto.
Las instalaciones de LIM del Puerto fueron bloqueadas en enero pasado por vecinos de Texistepec y el alcalde Saúl Reyes resultó denunciado de parte de la empresa.
El munícipe ha visitado en cuatro ocasiones a representantes del área jurídica en la Torre de PEMEX en la capital del país y la respuesta obtenida ha sido tajante: la empresa productora del Estado no es propietaria ni tiene injerencia en el caso de lo que fue CEDI.
La operación de LIM del Puerto, empresa a la que en efecto se le asignó un contrato –el último- para extraer desechos que se reciclan como material asfáltico, es reconocida por PEMEX pero firmado el convenio se acabó su responsabilidad, argumentan.
Es obvia la irresponsabilidad y corrupción de Petróleos Mexicanos durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, en cuyo sexenio se concretó esta maniobra que deja huellas de contaminación ciertamente añejas y produce millones de pesos cuyo destino es incierto.
Nos queda la SEMARNAT y esperamos que PEMEX se deslinde por escrito para que sea la dependencia a cargo de Josefa González Blanco Ortiz Mena donde nos solucionen la mortandad que implica habitar junto a una empresa fantasma –CEDI- cuyas venas -2 mil 600 pozos- siguen alimentando de cáncer a todo un pueblo, ha explicado una y otra vez el alcalde de Texistepec.
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