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2019-05-09 |
Con gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no hay señales del final del calvario que se inició con las reformas de Peña Nieto en materia energética. Las actividades de la industria petrolera se derrumbaron en Veracruz, arrastrando la economía en su totalidad desde 2013.
Recién INEGI publicó los resultados del ITAEE, cuarto trimestre 2018, mismo que brinda información de la evolución económica de los estados, sus variaciones anuales y el promedio anual, con los mismos principios y normas contables del cálculo anual del Producto Interno Bruto Estatal (PIBE), destacando lo siguiente:
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Al cierre 2018, del ITAEE, el índice de volumen físico comparado con similar 2017, la industria minera de Veracruz, observa nuevamente una caída de 5.5%. Con este resultado se acumulan 6 años consecutivos de caída libre en esta actividad, afectado en su conjunto la economía del estado, especialmente a las industrias de la construcción, metálica, equipo de transporte, por citar los más importantes. Sin olvidar que en este sector se pagan los mejores salarios. Por otro lado, no hay acciones que atenúen está tendencia, el gobierno estatal sigue la misma costumbre de los anteriores: privilegia el gasto corriente, en lugar de obra pública. Los parientes y amigos inútiles a la nómina, la inseguridad desatada.
Como ya se informó en este espacio, el país, con los resultados de la Estimación Oportuna del PIB, presentó una disminución con cifras desestacionalizadas del 0.2%, en el trimestre enero-marzo 2019, frente al trimestre previo, pero en este mismo periodo de tiempo, el sector industrial disminuyo un 0.6%. Por esta razón afirmamos que con Amlo no hay esperanzas de una pronta mejora, sus obras prioritarias no se ubican en Veracruz y los pocos recursos disponibles los orienta a obras inútiles como la refinería de Dos Bocas en Tabasco y el tren Maya.
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