SI EL PRESIDENTE de la República, Andrés Manuel López Obrador, tenía alguna verdadera intención de castigar al todavía líder petrolero Carlos Antonio Romero Deschamps, acusado por diversos delitos que van desde el fraude hasta delincuencia organizada, pasando por el evidente enriquecimiento ilícito, pues tendrá que esperar un tiempo más, porque recientemente le confirmaron el amparo definitivo en contra de cualquier orden de aprehensión que exista en su contra, sin que esto signifique que no sea culpable y que tarde o temprano, lo puedan poner a disposición de algún juez competente para que se le siga el juicio correspondiente, pero de momento, no hay nada que hacer y permanecerá bajo la protección de la impunidad que se practica a diario en materia de justicia en nuestro país.
Este no es el único caso que se está viendo en México, pues hay innumerables personajes de la vida política que no han sido tocados por autoridad alguna, más cuando se han evidenciado los delitos cometidos durante el encargo público que se les ha confiado, de tal manera, que solo son asustados con amenazas de que serán investigados, como el asunto de la empresa Odebrecht, que en otros países han sido perseguidos por la justicia, aprehendidos y puestos en el banquillo de los acusados, quienes participaron directa o indirectamente en los pagos ilícitos para obtener contratos en la construcción de obras públicas y otros menesteres relacionados con los sobornos a funcionarios públicos, pero que en México, todavía, no se concreta acción alguna por estos hechos que también han alcanzado a personajes importantes, incluyendo, desde luego, al mismo ex Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Pero si esto no es suficiente para señalar importantes casos de impunidad en nuestro país, pues habría que añadir un caso más que tiene íntima relación con el interés de los veracruzanos, como es la suspensión de la sentencia impuesta al ex Gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, que si bien los veracruzanos, en general, no estaban del todo satisfechos con la sentencia recibida después de los favores que le hicieron por supuestas declaraciones del mismo imputado, ahora es peor, porque se esta manipulando legalmente su caso para darle la oportunidad de que en algún momento se le dicte la absolución definitiva, por no haber, según se dice ahora, los suficientes elementos para tenerlo en prisión, lo que, de alguna manera, sería una burla más que se le hace al pueblo, luego de que las finanzas publicas del Estado, fueron saqueadas impunemente como se ha comentado en muchas ocasiones.
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Con estos datos, solamente, se puede deducir que en México, la impunidad campea por todos lados, sin que se concreten las aspiraciones del pueblo en el sentido de que se haga justicia, tal y como lo ha venido prometiendo, desde su campaña, el propio Presidente López Obrador, quien está ocupado en otros asuntos relacionados con sus proyectos políticos, que el cumplimiento de las promesas que hizo al pueblo mexicano con la finalidad de que le dieran la confianza suficiente para llegar a la Presidencia de la República.
Y aunque uno de los principales objetivos de la cuarta transformación es terminar de una vez por todas con la corrupción en nuestro país, difícilmente se lograrán estas metas, toda vez que es el mismo gobierno de la República, quien ha estado fomentando más la corrupción al no atacar directamente una de las expresiones más grandes de la corrupción, que es la impunidad en materia de justicia y en otros actos que son objeto de una revisión honesta del manejo correcto de las acciones presidenciales.
La impunidad, es una de las enfermedades que padece nuestro país y que como ya hemos visto, va asociada de manera íntima con la corrupción y que si ésta se sigue dejando pasar, entonces, también, los casos de corrupción no desaparecerán y seguirá siendo lo mismo que antes, es decir, que a pesar de que hay las mejores intenciones del gobierno actual de terminar con estos males, no se cumplirán cabalmente los objetivos en esta materia, más cuando, como ya hemos comentado, no se hace nada por evitar que los que han delinquido paguen por sus delitos.
Puede ser que pronto, el ex Gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, quede en libertad absoluta y ese será un caso más de impunidad, como ya lo han venido señalando diversos actores políticos y representantes de los diversos sectores públicos de la entidad veracruzana, pues se considera que el gobierno federal y estatal, tienen un compromiso fuerte con el ex mandatario, el cual no han logrado cumplir, porque sería un escandalo político que no les convendría en este momento, por lo que poco a poco irán dosificando este hecho hasta que se concrete, sin que cause los mayores efectos para sus proyectos políticos de mantenerse en el poder por más tiempo, tal y como son las intenciones del mandatario nacional.
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¿SERÁ CIERTO?
DICEN QUE LOS YUNES de Boca del Río, se han separado, momentáneamente de la vida pública, porque temen que en cualquier momento se puedan dictar algunas ordenes de aprehensión, principalmente, para el ex Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, a quien se le ha acusado ya en la propia Fiscalía General de la República, por diversos delitos cometidos durante el encargo de dos años frente a la gubernatura del Estado.
Pero se duda que esto sea cierto, porque en principio, Yunes Linares, es un político experimentado que sabe defenderse de cualquier indicio de persecución, y menos que haga esto por tener miedo a lo que pudiera venir en el futuro.
La verdad de las cosas es que si dejan de hacerse sentir en la entidad, es por estrategias políticas que ellos mismos tengan, pero no será porque temen la acción del gobierno federal, donde supuestamente tienen elementos para poder actuar, más cuando hay una relación política rota desde los tiempos de campaña. Pero eso de que se esconden, propiamente, es una mentira que no tiene fundamentos, conociendo, desde luego, al propio Miyuli.
De lo que sí se puede estar seguro es que muy pronto habrán de comenzar con su proyecto de alcanzar la gubernatura del Estado, pues en este sentido, no hay que perder de vista que su objetivo principal es tener en sus manos esta posición que ya no sería de dos, sino de seis años, para que la familia siga protegida por el poder.
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DE LO POCO RESCATABLE.
SI UNA COSA es cierta, de todo lo que dijo el Coordinador y promotor del nuevo partido político de Redes Sociales Progresistas, en su reciente encuentro con integrantes de la Asociación de Periodistas del Estado de Veracruz, Mario Alberto Rincón González, es que ahora los índices de inseguridad se conocen más debido a la tecnología que se tiene disponible, lo que antes no sucedía, por lo que no se conocía el grado de inseguridad que existía en todo el Estado, y en el país.
Sin embargo, también es cuestionable, porque si es verdad que ahora las noticias corren en segundos, se conocen más rápido y hasta se multiplican en instantes, no hay que dejar de considerar que los casos de violencia se ven directamente en cualquier hora, en cualquier lugar, en plena calle o restaurantes, centros de convivencia y grandes plazas comerciales, en caminos y carreteras y hasta en los propios hogares, lo que antes no se tenía y que raramente sucedía.
No es que la tecnología ayude a que la inseguridad se conozca más que antes, sino que ahora es evidencia diaria y ante los ojos de cualquier persona o familia, lo que hace realidad un estado de inseguridad en todas partes y en cualquier momento.
Así es que, el defensor de la cuarta transformación no quiera decir que la inseguridad sea igual que antes, tan solo porque entonces no se conocían los hechos con tanta rapidez. La verdad de las cosas es que ahora se vive un estado de terror, no comparable con algún momento del pasado.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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