Más de 42 mil votantes –de un total general de 80 mil sufragios considerando las otras fórmulas- llevo a las urnas, colocando a la entidad a la vanguardia ya que el PRI en estos momentos es la tercera fuerza política.
Los ganadores, aparte de “Alito”, que se reposicionan y muestran capacidad de convocatoria son en primer término el dirigente estatal del PRI en Veracruz, Marlon Ramírez, en segundo lugar Jorge Carvallo Delfín, ex diputado federal, seguido por Fernando Kuri, ex alcalde de Oluta y ex diputado local, así como los hermanos Cirilo y Ponciano Vázquez Parissi.
Marlon, según se afirma en los corrillos políticos, ha tenido que librar una batalla campal para limpiar los restos de un partido vapuleado tras la estrepitosa derrota de julio de 2018 en donde fue a parar al tercer lugar con poco más de 500 mil votos en medio del repudio ciudadano.
Remover las costras de un pasado ominoso, cerrar las puertas a la vieja guardia corrupta, retomar los ideales del partido y rehacerse no ha sido tarea fácil particularmente cuando los carroñeros estaban listos para llevarse los despojos.
Sin embargo se ha ido avanzando del 14 de mayo para acá, fecha en que Marlon toma posesión de la dirigencia ante la dirigencia nacional que aun encabeza Claudia Ruiz Massieu.
Ya desde ese momento sostuvo que “no hay nada que avergüence a este partido –refiriéndose al PRI-. Mi vida pública, mi patrimonio están al escrutinio de todos; no tenemos vínculos vergonzantes con nadie”.
Ese es el PRI que transita más allá de la supervivencia.
Mientras del otro lado del mostrador el Partido Acción Nacional, el de Yunes Linares, ya se siente en el depositario de la plaza.
Tocado por su Dios azul el PAN marca, de nuevo, la pauta e insiste en revivir a un muerto, Miguel Angel Yunes Márquez, quien no lo es tanto. Retorna el junior que perdió la gubernatura por 217 mil votos.
Es el chavo fifi que alcanzó en la pasada contienda 1 millón 450 mil votos (Cuitláhuac 1 millón 667 mil sufragios) que colocó al PAN como la segunda fuerza.
Es la segunda fuerza que en un descuido podría convertirse en la primera ante el desencanto ciudadano por Morena resultante del fracaso de su gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
El PAN pues, despierta.
En el marco de las exequias del Cardenal Sergio Obeso y el vacío que generó la ausencia de Cuitláhuac y la colmilluda presencia de Miguel Angel Yunes Linares, que aprovechó los reflectores para el relanzamiento de su “príncipe”.
Yunes Linares capitaliza el pulpito para levantarle el brazo a su alfil Pepe Mancha y pedir a sus corifeos gritar a los cuatro vientos que “¡Somos la primera fuerza política y vamos con todo para las intermedias y la gubernatura!”.
Los vacíos siempre se llenan.
Ya el propio Dante se manifestó, también por estos días, “muy encabronado” amenazando con venir a rescatar a Veracruz.
Todos los muertos salen de ultratumba y el cotarro político se anima. Y es que los tiempos son propicios de cara al descrédito de los chairos y sus exponentes empezando por el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien en la desesperada inventa en el día a día “cajas chinas” para eludir el derrumbe de su incipiente gobierno.
Del veracruzano, ni hablar, sigue atarantado.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |