Esto calentó a varios priistas con quienes hablé telefónicamente.
Como si se hubieran puesto de acuerdo, coincidieron en señalar que con los Yunes Linares-Márquez, ni a las canicas. “A ese sujeto no lo queremos ni como portero en el edificio del partido y menos con sus hijos. Una alianza con el PAN sería otra cosa, pero con ellos nada. Nada de nada en absoluto”, contestaron.
Pero al propio Marlon las palabras de quien fuera su jefe (no hay que olvidar que fue subsecretario de Gobierno con Duarte) parece que lo agarraron de bajada: “No tengo comentarios, no hay comentarios” dijo lacónico a un portal de noticias.
Sobre el mutismo de Ramírez Marín los priistas comentaron: “Nuestro presidente deberá fijar la postura del partido cuando antes y ésta debe ser en franco rechazo a la admisión de esos señores”. ¿Y en caso contrario?, pregunté. “Que ni lo intente Marlon, que ni lo intente…” fue la contestación.
A eso de las siete de la noche un alegre Joaquín Guzmán Avilés dio a conocer que su triunfo era irreversible. Y nadie lo puso en duda.
Pasadas las once se dieron los resultados de 174 actas computadas que daban el triunfo a Guzmán Avilés con 9 mil 886 sufragios, por 8 mil 824 de Mancha Alarcón. Es decir, el ganador hasta ese momento llevaba una diferencia de mil 62 votos.
A reserva de que se oficialice su triunfo, Guzmán Avilés invitó a Pepe Mancha a unirse “para trabajar juntos”, pero quizá cometió una pifia al manifestar que las puertas del PAN siguen abiertas para Miguel Ángel Yunes y sus hijos.
“Craso error el de Joaquín. Quiero pensar que habló sólo para la foto, porque los Yunes son capaces de tomarle la palabra y botarlo del partido en unos meses”, me dijo un seguidor del nativo de Tantoyuca.
A la hora de cerrar esta columna, ni una palabra de Mancha aceptando u objetando su derrota, como tampoco de Yunes Linares que por la tarde del domingo, cuando fue a votar, negó que Peña haya pactado con él y también negó que hubiera leído el artículo de Duarte.
Pero independientemente de lo anterior, lo importante será saber la opinión de Marlon Ramírez sobre el probable brinco de los Yunes al PRI. Y por lo que me dijeron los priistas su veredicto debe ser rotundo, sin titubeos ni vaivenes retóricos.
Esa será la nota por encima del triunfo del cacique Guzmán Avilés, sobre el ujier de Yunes Linares, Pepe Mancha Alarcón.
Veremos.
El Twitter de José Yunes Zorrilla
José Francisco Yunes Zorrilla, sin duda uno de los priistas con más calidad moral que tiene ese partido, escribió este sábado en sus redes: “El fin no justifica los medios. El entendible fin de remover una fiscalía bajo sospecha de actuar por consigna, desmentida por los tribunales en sus casos más notorios, no justifica que se violente el orden constitucional y se rompa el marco de Derecho. Cuidado. No es tema menor”.
Para el ex senador de la República, tan mala fue la actuación de un Fiscal dócil y obediente a las órdenes de quien lo puso en ese puesto, como ilegal el albazo que le dio el Congreso local con su “remoción temporal”. Y esto, dicho por uno de los políticos más honorables y respetados que tiene Veracruz, no es de ninguna manera un tema menor.
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