POCOS CASOS ya se ven, dentro de la política, que alguien renuncie por motivos de salud. Normalmente los renuncian o simplemente son claros al dejar sus puestos, principalmente, por no convenir a sus intereses. Sin embargo, en el caso del Secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, bien podría acomodarse esta frase que ha servido, en muchas ocasiones como pretexto para separarse de un cargo, sabiendo de antemano que muchas veces, es otro el asunto de por medio que los obliga a salir del servicio público.
Pues bien, cada vez que habla, el Doctor Ramos Alor, se siente satisfecho de estar al frente de una Secretaría, que todos sabemos, es de las más importantes dentro de una administración, ya sea federal o estatal, como en el caso de Veracruz.
El Doctor Ramos Alor, se la ha llevado suavemente y entre chascarrillos y vaciladas, ha llegado, como el mismo gobierno de la entidad, a los primeros nueve meses y medio y lo que más ha destacado de su trabajo, ha sido, como en todas las áreas gubernamentales, la justificación del porqué no se ha hecho lo suficiente o prácticamente nada, dentro de este campo de trabajo que le ha encargado su Jefe inmediato que es el Gobernador, y por recomendación directa de la Secretaría de Energía, Rocío
|
Bien, la cuestión está en que pese a los grandes problemas de corrupción en el pasado, las cosas se desarrollaban más o menos conforme a lo establecido y saliendo adelante con los programas de salud que se tenían, porque en este sentido, era muy delicado dejar de actuar, aún cuando se hablaba mucho de actos de corrupción y de acciones que ponían en serio peligro la salud de los veracruzanos, en general.
Pero lo que ahora sucede es que a la fecha no se ha regularizado el abasto de medicamentos y que de esa manera no se puede cumplir con los objetivos planteados por la administración estatal. La falta de experiencia en el ramo de la administración, no en el manejo de la medicina, ha dado lugar a serios problemas como la aparición de la pandemia del dengue, en sus dos o tres variedades, principalmente por no atenderse en tiempo y forma la prevención de la aparición de estas enfermedades que ponen, como todas, en peligro la vida de los veracruzanos, sobre todo, en sectores pobres y marginados.
Echarle la culpa al pasado, no resuelve, de ninguna manera, los problemas del presente y es sumamente delicado que en un área que debiera cuidar hasta en lo más mínimo los casos de salud, se esté valiendo, precisamente, del estado en que le dejaron la Secretaría. Y es que, en verdad, nadie espera que le dejen la mesa puesta, pues existen muchas razones, principalmente políticas, que impiden que dentro de una sucesión gubernamental, haya el interés de los que se van por dejarle todo listo y limpiecito a los que llegan.
No, la cuestión está en que los nuevos funcionarios siempre deben ver qué tienen, de qué disponen, para que puedan iniciar su trabajo que les corresponde, no echando la culpa a otros, porque eso no justifica la falta de acción o de plena voluntad para hacer algo bien y a favor de quienes los contrataron para estar al frente de determinada posición política o administrativa.
El Doctor Roberto Ramos Alor, más se la ha pasado justificándose y sin procurar llevar a cabo los programas de salud más prioritarios, porque de eso se trata, de que un funcionario como él, vea las cosas como tal, es decir, como responsable de toda un área de salud que debe cubrir las necesidades de todo un Estado, y no solamente, verlo como un pequeño consultorio.
Los trabajos de la Secretaría de Salud, comenzaron mal, desde el principio, porque no se vieron las cosas con honestidad ni transparencia, comprando medicinas a laboratorios sin licitar y sobre todo, a empresas distribuidoras de los medicamentos que ya estaban siendo señaladas por su forma incorrecta de hacer las cosas.
Don Roberto, es sin duda, un hombre inteligente, pues logró terminar una carrera delicada, importante y de suma responsabilidad y ha desarrollado su actividad con buenos resultados en otros tiempos y en otros momentos de su vida, pero ahora tiene a cargo una Secretaria, que quizá nunca pensó tenerla en sus manos, por lo que debe poner todo su empeño en solucionar los grandes problemas que se derivan de la misma, sin llegar a tener, en algún momento, la necesidad de dejar el puesto por no poder con él, o bien que lleguen, incluso, al instante en que le pidan su renuncia por no cumplir exactamente con su deber, tal y como sucedió recientemente en la Contraloría General del Estado, sino por motivos de salud.
----------------------
¿ Y LOS QUINCE MILLONES?
QUIÉRASE O NO, el costoso grito de independencia en esta ciudad de Xalapa, capital del Estado de Veracruz, se debe, por una parte a un maloliente tufo de corrupción o bien a la negligencia de quienes tuvieron en sus manos la organización del evento.
Resulta que el Gobernador, todavía horas antes de que se iniciaran los festejos por celebración de la independencia de México, aseguró que el costo, por ejemplo, de una banda musical, se triplicó por no haberse contratado en tiempo y forma, es decir, que el contrato fue firmado de última hora, porque no hubo el cuidado y la precaución de haber preparado este festejo con toda anticipación.
Entonces, los organizadores del mismo, que se supone tuvo que ver con la Dirección o Jefatura de Acción Social, dependiente de la Secretaría de Gobierno, fueron los culpables de que el costo de la dizque famosa banda “Adictiva”, cobrara tanto dinero aprovechando las necesidades que tenían en Veracruz, para concretar sus fiestas de la celebración de la independencia, por lo que se sugiere que siendo un error de los titulares de estas oficinas, se les descuente de sus sueldos normales, que no son más abultados del que gana el Presidente de la República, la cantidad que fue pagada en exceso por no haber previsto esta situación.
De esta manera, ya se verá como el próximo año, los mismos organizadores estarán pendientes con tiempo de lo que se requiere para estos festejos, pues lo que pasa que muchos de estos problemas se generan por descuido o desinterés de quienes tienen la responsabilidad de organizar con tiempo y adecuadamente estos festejos.
Desde luego, que en este caso, el Gobernador del Estado, no tiene la culpa, porque él es el mandatario estatal y para eso tiene a su equipo de trabajo que se encarga de estos menesteres.
La propuesta, seguramente no se tomará en cuenta, pero sería saludable, en tiempos de la cuarta transformación, que se pudiera responsabilizar a los organizadores para no caer, nuevamente, en estos casos de negligencia, para así llamarlos.
----------------------
OIGA, ¿Y LOS CUETEROS?
HABLANDO DE RESPONSABILIDADES, otro caso es el del cohete que no se elevó lo suficiente y cayó en medio de la gente, lesionando a varias personas, posteriormente al grito de independencia que por primera vez realizó el Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez.
Tal vez, este caso no se pudo prever, pero tal vez, si se lleva a cabo una investigación podría llegarse a la conclusión de que dichos juegos pirotécnicos no fueron preparados debidamente, con la pólvora suficiente para elevarse como es común verlos.
Puede tratarse de un caso de ahorro por parte de los fabricantes o bien por el arreglo al que pudo llegarse con los adquirientes, buscando el menor precio posible y por lo tanto sin la calidad suficiente que garantizara un buen espectáculo y lo principal de todo, sin peligro alguno para los asistentes a esta fiesta tradicional de los mexicanos.
Y aunque hubo quince millones de pesos, destinados para estas fiestas, no falta nunca que haya quien proponga quedar bien ahorrando un poco de lo que tenían presupuestado, pues en estos tiempos, se trata de eso, de ahorrar para que sobre algo por aquello de las dudas.
¿Usted, no lo cree así?
Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
NUESTRO CORREO: ac_stein58@live.com.mx |