Esto, desde luego, no cayó bien entre los mexicanos en general, pues si bien era una obra costosa, con su cancelación se tuvo que inventar un nuevo proyecto, el de Santa Lucía, que a leguas se ha visto que saldrá mucho más caro, pues a su costo real, habría que sumarle las millonarias cantidades de dinero que el gobierno federal, ha tenido que pagar a los contratistas de la obra de Texcoco, por concepto de indeminizaciones. El nuevo aeropuerto, que no tendrá las mismas especificaciones que el proyectado anteriormente, no cumplirá cabalmente con las exigencias actuales del transporte aéreo, pues se tendrá que echar mano de aeropuertos como el de Toluca y el mismo Aeropuerto que ahora funciona a toda su capacidad, para que se pueda desahogar el tráfico aéreo.
Pero, bueno, son cuestiones técnicas que desconocemos, aunque sí es totalmente evidente que el costo de una obra como la de Santa Lucía, será mucho más que la de Texcoco, sin que cumpla ni contemple la plena satisfacción de líneas aéreas y de usuarios que ya están viendo que tendrán que moverse de un lado a otro, con otro costo adicional para poder viajar.
Pero, al Presidente ni se inmuta. Él quiere el aeropuerto de Santa Lucía, cueste lo que cueste y bajo estas condiciones, es claro que se trata de un mero capricho y consecuente venganza política.
Problemas como éstos ha tenido que enfrentar el Jefe del Poder Ejecutivo Nacional, así como otros más, relacionados con proyectos como la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, y la imposición del Tren Maya, afectando, muchas veces, los intereses de muchos mexicanos, principalmente, por el abasto de agua y la desaparición de áreas protegidas por el medio ambiente.
Pero claro, no debían faltar los problemas de su administración, con una austeridad republicana, que tiene a todos los mexicanos, al borde de la desesperación, así como grandes dificultades generadas por la crisis económica, desempleo, inseguridad y mayores exigencias sociales que están llevando a México, a ser un país desconcertado y desesperado por las nuevas disposiciones que no terminan por encajar dentro de la realidad mexicana.
Pero, si mal no recordamos, todo esto, es causa de los malos gobiernos del pasado, de la mafia del poder, donde se ha llegado, en los más recientes días, a descubrir que tales administraciones condonaron enormes cantidades de dinero, por impuestos, a diversos personajes de la vida pública, entre ellos, para que la cuña apriete, el caso de la propia Yeidckol Polevnsky, integrante de su misma organización política denominada Movimiento Nacional de Regeneración Nacional, o bien, con el conocido mote de Morena.
Qué golpe más severo y seco ha recibido el Presidente, cuando en sus afanes de terminar con todos estos males, se da cuenta que también, una cercana colaboradora de partido, formó parte de la Mafia del Poder, que tanto ha combatido desde que fue candidato y ahora que es nada menos que el Presidente de la República.
No cabe la menor duda de que al Presidente, no le ha ido del todo bien y que sus pretensiones se han visto limitadas por estos nuevos datos, que desde luego, no son los mismos que él tiene, de que también Morena, es una especie de Mafia del Poder, aunque sea de nueva generación.
Así son las cosas en este valle de lágrimas, donde nadie, pero nadie, puede abstenerse de tirar la primera piedra.
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XALAPA, INVADIDA POR EL DENGUE.
AUNQUE LA capital del Estado, no es una región altamente calurosa, a pesar de que en los más recientes meses, el termómetro ha subido considerablemente, la aparición del mosquito que trasmite el virus del dengue, ha sido de gran preocupación para las autoridades de salud, como a la población en general.
Nunca, como ahora, la proliferación de esta plaga causante de este mal, había entrado con tanta fuerza en esta región de Xalapa, tanto que en estos momentos la cifra de afectados oscila entre los cinco mil quinientos y los seis mil, tanto solo en casos registrados, más aquellos que son tratados en forma particular o privada.
Esta situación de salud, es la respuesta a la tibieza con la cual han actuado las autoridades de salud y el propio Estado, que no permitió en su momento, que las brigadas de personas dedicadas a estos menesteres de la desinfección, hicieran su trabajo en tiempo y forma, principalmente, por no haberse adquirido, según se sabe, los insecticidas necesarios.
Hubo, desde luego, negligencia de los responsables de la salud, quienes no exigieron al gobierno, que les dotara de todos estos elementos para hacer frente a una crisis de salud que ya está presente y que es una realidad.
El dengue, no fue un fenómeno que apareció de la noche a la mañana, sino que era un asunto ampliamente conocido y que se sabía con tiempo que llegaría hasta esta capital, donde ya se ha convertido en una zona de alto riesgo para la proliferación de esta enfermedad.
Por ahora, Xalapa, ya está invadida por el dengue y solamente se espera que los estragos que cause no sean tan altos como ya se está pensando.
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Y PEPE YUNES, ¿QUÉ HACE?
SE SABE, aunque no hemos tenido la oportunidad de dialogar personalmente con él, que ya se está preparando para buscar la Diputación Federal por Perote, y de ahí comenzar el trabajo político con rumbo, nuevamente, a la Gubernatura del Estado.
Se dice también, que su aspiración no estará respaldada directamente por el Partido Revolucionario Institucional, sino por otro partido, quizá, una futura organización que planea registrarse plenamente como partido político en la entidad.
Se llama “Podemos”, y está preparando los últimos detalles de su aparición más amplia dentro del panorama político estatal.
Será, pues, una nueva oportunidad para un hombre que siempre ha querido llegar a Palacio de Gobierno, pero en calidad de titular del Poder Ejecutivo de Veracruz.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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