Entrevistada sobre este asunto hace un par de años en un evento en el Palacio Municipal del puerto de Veracruz, la rectora no quiso revelar el monto de su percepción. “Falso, falso, es falso. No tengo ese dato”, respondió a los reporteros que le preguntaron sobre lo publicado por el portal informativo que destapó la llamada “Estafa Maestra”, el megafraude por el que Rosario Robles, ex titular de la Sedesol y Sedatu, se encuentra actualmente en prisión.
“No voy a tener eso como un tema, es una provocación”, respondió molesta, arguyendo que “yo le puedo decir que tengo un salario menor que el que tenía mi antecesor y el que tenía el antecesor de mi antecesor. ¡No quiero manejar cifras porque ustedes están queriendo poner una nota y la Universidad Veracruzana hace mucho más que tener unas notas para vender, disculpen!”.
El asunto caló entre la comunidad universitaria, pues a través de la misma plataforma www.change.org, el año antepasado otro grupo de universitarios recabó firmas para –entre varios puntos más– pedir que la rectora bajara su salario. Pero ni ella ni Clementina transparentaron este polémico tema que hasta la fecha se mantiene en la opacidad.
Posteriormente se sabría que un mes después de esa desafortunada respuesta a los periodistas porteños, Ladrón de Guevara había declarado ante el Notario Público número 9 de Xalapa, Arturo Hernández Reynante, haber adquirido la residencia que perteneció al ex gobernador Rafael Hernández Ochoa en 12 millones de pesos. Menos de la mitad del valor comercial real.
Por eso algunos miembros de la comunidad universitaria preguntan si su “defensa” a Clementina Guerrero de verdad ayuda o perjudica más a su ex operadora financiera. |