Lo advertía, desde mediados del año pasado, una legisladora federal veracruzana, surgida de las filas de Morena, Edith García Rosales:
“Muchos pobladores talan árboles de 50, 70 y hasta 100 años de edad con tal de obtener el apoyo social de “Sembrando Vida”. Ello representa un problema muy grave, pues no están considerando que esos árboles tardaron años en crecer y los que están por sembrarse tardarán aún más, lo que afecta el ciclo de reforestación y la tierra. Muchas personas, con el afán de obtener el recurso o el apoyo del programa generan una tala inmoderada”.
Este fin de semana el gobernador Cuitláhuac informó a través de su cuenta de Twitter que el incendio en la comunidad de La Gloria, del municipio de Perote, continúa activo, pero además dio a conocer que este siniestro fue provocado.
“El día de ayer hubo un intento deliberado de incendiar importantes áreas forestales del Cofre de Perote; gracias a la participación de todas y todos se logró controlar e impedir su expansión. Tenemos ubicados a los responsables e iremos por ellos”, escribió el gobernador en sus redes sociales.
La Secretaría de Protección Civil del Estado del gobierno estatal dio a conocer que el incendio inició el viernes 7 de febrero a las 12:00 hrs. en el paraje Manos Pintas del ejido La Gloria. Para las 4 de la tarde de ese mismo día las fuerzas de tarea reportaron que se tenía “el 80% de control y un 30% de liquidación” del incendio forestal, con una afectación estimada en 30 hectáreas de bosque de encino y palma neolina.
Desde que se dio a conocer la implementación del programa “Sembrando Vida” (que plantea la reforestación de un millón de hectáreas y el apoyo económico a los campesinos participantes) diversas organizaciones ambientalistas advirtieron sobre el riesgo de que se pervirtiera su objetivo original.
La organización civil “Naturalia” señaló que este programa “carece de criterios ecológicos y podría causar efectos adversos en bosques y selvas”.
De acuerdo con los representantes de “Naturalia”, los problemas de deforestación en el sureste del país tienen relación con programas gubernamentales de desarrollo rural que carecen de controles rigurosos en su impacto ambiental.
En el caso de “Sembrando Vida” advirtieron que promueve la quema y la deforestación de selvas existentes para sustituirlas por plantaciones de especies maderables y frutales.
Sembrando Vida es un programa del gobierno federal que busca establecer sistemas productivos agroforestales con el objetivo de generar empleos, mejorar los ingresos de los campesinos y alentar la autosuficiencia alimentaria.
En su primer informe de gobierno, López Obrador dijo que Sembrando Vida había generado ya 230 mil empleos en su primer año con lo que, desde su óptica “se logró arraigar a los campesinos jóvenes a la tierra, con lo que se atempera el fenómeno migratorio”.
Sin embargo, Gerardo Ceballos, presidente de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar (ANCJ), señaló que Sembrando Vida es un programa “no integral”, que se aplica con una visión disgregada en lo ambiental en el sureste del país.
Contrario a toda lógica, “Sembrando Vida” es administrado por la Secretaría del Bienestar, y no por la de Agricultura, que a su vez tiene en la Comisión Nacional Forestal (Conafor) el programa Pago por Servicios Ambientales, el cual ha ido a la baja por carecer de presupuesto, lo que provoca que la gente inscriba sus predios en “Sembrando Vida” y para conseguir su incorporación, desmontan las áreas que habían estado conservando.
Cuitláhuac García dijo que ya tienen ubicados a los responsables del incendio en Perote.
Dudo mucho que tenga en la mira a los “genios” que implementaron el programa “Sembrando Vida”.
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Epílogo.
Bien dicen que “en la manera de agarrar la brocha se conoce al que es buen pintor”. Se difundieron fotografías de Cuitláhuac García realizando labores de pintura, algo muy parecido a lo que hace algunos meses hizo el dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez. Uno de ellos demostró que, lo suyo, lo suyo, es la teoría. *** Uno más del “affaire Duarte” que obtiene su libertad. Luego de permanecer dos años en prisión, el pasado viernes un juez federal le concedió al contador Javier Nava Soria el beneficio de llevar en libertad -aunque con brazalete electrónico- el proceso que se le inició por estar implicado en la constitución de empresas “fantasma” que habrían sido utilizadas para realizar desvíos millonarios del exgobernador de Veracruz Javier Duarte. *** Juan Carlos Ramírez Benítez, Juez de Control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, resolvió modificar la medida cautelar de prisión preventiva justificada por la libertad provisional, al estimar que Nava tiene arraigo en Atizapán, Estado de México, y no existe riesgo de fuga. *** En una audiencia que duró más de seis horas, el juzgador le impuso a Nava el uso del brazalete electrónico, las prohibiciones de salir del país y de acercarse a los testigos del proceso, la entrega de su pasaporte y la presentación periódica a la Unidad de Seguimiento y Supervisión de Medidas Cautelares. *** Israel Trujillo, abogado del procesado, explicó que ahora sólo resta que, como defensa, suscriba un contrato de arrendamiento con una empresa especializada en geolocalizadores, para colocarle el brazalete y finalmente pueda abandonar el Reclusorio Norte, lo que estimó que ocurrirá la próxima semana. *** Nava -quien fue internado en el Reclusorio Norte el 20 de febrero de 2018, tras ser deportado de España, y se encuentra a la espera de que le fijen fecha de audiencia para la apertura de un juicio por los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero- es “vecino de celda” de Javier Duarte.
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