Decía Albert Einstein: “Sin crisis no hay mérito. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia”.
Todos tenemos, con seguridad, muchas cosas de las que nos podemos quejar en estos momentos, en los que hacemos frente a una emergencia sanitaria, pero que, además, se suma a una crisis económica que ya padecíamos y que se agudizó con las medidas preventivas que nos han sugerido.
Una forma fácil de ganar comentarios positivos en estos momentos, es criticar las decisiones y la actuación –u omisión- de nuestros gobernantes, pero debemos tener muy claro que son momentos de sumar, de movernos todos en un mismo sentido, pues de lo contrario nos estaremos hundiendo más y permitiremos que estas crisis concurrentes nos destruyan.
Este martes el Secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos (ese a quien tanto hemos criticado su excesivo protagonismo y su voracidad para acaparar posiciones políticas en el gobierno estatal) insistió en su llamado a los alcaldes para que eviten la toma de medidas que son violatorias de los derechos humanos, como la eventual detención de las personas que no atiendan la recomendación de quedarse en casa, como una medida sanitaria para evitar el contagio de coronavirus.
Son ya varios los presidentes municipales que se asumen con la autoridad –jurídica y moral- para hacer en sus demarcaciones lo que –desde su óptica- han dejado de hacer las autoridades federales y estatales. Están llevando la condición de emergencia a extremos que no han sido considerados aún (y el Presidente asegura que no se aplicarán) para garantizar el aislamiento total de la población.
Como bien decía Albert Einstein, es en los momentos de crisis en los que la gente encuentra lo mejor dentro de sí misma y manifestaciones como la solidaridad y el espíritu de colaboración se agudizan.
Vayamos, pues, en ese sentido. Todo aquel que tenga posibilidades (económicas, de infraestructura o por su encargo en el servicio público) que salga a auxiliar a los más vulnerables, pero partiendo de las recomendaciones que nos han hecho llegar los especialistas encargados de combatir la pandemia.
Vaya como ejemplo, el caso del empresario Rubén Darío Carrasco, veracruzano, nativo de Juchique de Ferrer, pero de quien se ha hablado –y escrito- más, a partir de que se lanzó a la aventura de rescatar una empresa netamente veracruzana, la embotelladora Coyame, en la región de Los Tuxtlas, lo que ha permitido la generación de al menos 300 nuevos empleos en ese rubro, pero que se multiplican con la puesta en marcha de otras inversiones en la entidad.
En estos momentos de crisis sanitaria y financiera, Rubén Darío Carrasco no se ha limitado a atender el llamado del Presidente López Obrador, de proteger a sus trabajadores y garantizarles su fuente de empleo y sus salarios, sino que, sumando las voluntades de amigos, se dio a la tarea de comprar varias toneladas de verduras y productos básicos, que hizo llegar a más de 2 mil 500 familias vulnerables en las comunidades más apartadas del municipio de Catemaco.
Ya lo hizo el pasado fin de semana y como consecuencia de ello, surgió el llamado de su tierra, para que los auxilie de la misma forma. En los próximos días estará convocando a amigos y paisanos para reunir lo necesario para ayudar a habitates de Misantla, Juchique de Ferrer y Plan de Las Hayas.
Da y no pide nada a cambio. Lo que les ofrece a las familias más humildes, no lleva colores distintivos de algún partido político, ni aparece su nombre por ningún lado.
Da porque entiende que hay mucha gente que necesita y no tiene forma de hacerse llegar lo indispensable.
Da, porque tiene amigos que confiaron en él para aportar en estos momentos de crisis.
Tomemos este ejemplo: Acatemos las recomendaciones y, en la medida de nuestras posibilidades, ayudemos a quienes lo están pasando más difícil.
Y a nuestras autoridades, habría que recordarles lo dicho por la escritora y filósofa española Elsa Punset: “Cambiar de opinión en tiempo de crisis es fundamental para poder sobrevivir, tanto en crisis económicas como personales”.
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Epílogo.
Llama la atención que en momentos complicados para las finanzas públicas, el gobierno de Veracruz dé una muestra de disciplina en el gasto y cumpla, como lo había prometido, con el pago de la deuda que mantenía la Universidad Veracruzana (UV) con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) correspondiente al periodo junio 2015-noviembre 2016, lo que representó un desembolso de mil 685 millones de pesos. *** Sin embargo, aun queda por cubrir el llamado “adeudo histórico”, que corresponde al periodo de agosto de 2014 a mayo del 2015. *** La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) aclaró que la llegada del capitán Enrique Morales Tolentino a la Dirección General de la Fuerza Civil es de manera “interina”. Esto es, que el titular de dicho cargo, Jorge Luis Pescador Tirado, solicitó su separación temporal del cargo para atender asuntos de carácter personal, pero en cuanto esté en posibilidades de hacerlo, retornará a la titularidad de esa corporación. *** Bien. La Fuerza Civil de Veracruz se ha destacado por ser la agrupación mejor preparada para hacer frente a las organizaciones criminales, que con frecuencia superan en número y armamento a las policías locales.
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