Este acontecimiento seguramente será replicado en todo el territorio nacional, donde se dejará de despilfarrar dinero público en campañas políticas, beneficiando a un solo sector y sobre todo cuando el sistema electoral se ha encarecido gradualmente en los últimos años, siendo estos asuntos forma de vida para muchos.
Si no habrá que recordar que existen partidos que son prácticamente concesiones o extensiones de un solo grupo social, o que fueron creados o se han mantenido por supervivencia social.
Con lo anterior, la clase política tendrá que reinventarse, volver a caminar entre la gente, hacer verdaderas campañas de convencimiento con electorado y no comprar conciencias como se habían acostumbrado, tomando el ejemplo de las candidaturas ciudadanas las cuales en algunos casos son historias de éxito en la entidad.
Y es que como dice el dicho, que duele más un golpe en el bolsillo, que en las zonas “nobles” del cuerpo, diversos actores y diputados de oposición se volvieron locos con la reforma aprobada el día de ayer, y tomando como bandera la revocación de mandato, se olvidaron que la sustancia principal era la de dejar de derrochar dinero de los ciudadanos en un proceso electivo.
Con esto, los auténticos liderazgos regionales y estatales tendrán que resurgir, contrario a los que supuestamente se encuentran en Veracruz, pues Marlon Ramírez Marín y Joaquín Guzmán Avilés o demostraron su falta de fuerza o en lo obscurito permitieron que un diputado de su partido votara a favor de esta reforma.
En fin, es momento de que los representantes de los partidos políticos se pongan a trabajar, se reestructuren y se reorganicen porque aunque la oposición ve en esta medida una estrategia del régimen de Morena para debilitarlos, no se pueden quedar lamentándose en cada esquina lo que no pudieron defender, o estarán condenados a desaparecer.
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