Así, el próximo domingo cuando el señor gobernador salga a dar su informe atascado, según su mundo, de logros, de alcances en materia sanitaria sobre todo en la lucha contra el Covid-19, el Dengue y el Cáncer infantil, el fantasma del proditorio crimen estará presente.
Ello por más que el maquillaje muestre un supuesto descenso de la inseguridad y que esos Carteles criminales hoy sean unos carteluchos sin fuerza o que en su mandato no hay rastros de nepotismo o corrupción, pero sí los tantos y tantos kilómetros de carreteras inexistentes.
Este domingo en el marco de un multitudinario informe de 30 personas, con un inexistente desfile de papelillos multicolores por las principales avenidas a donde acudirá el pueblo a aclamarlo, el joven de cantinflesco verbo, habrá de sacar su olla de atole para convidarnos con el dedo.
Será, sin duda un domingo de carnitas y pulque para él y sus mas allegados, digamos los más cercanos y, sin ser atrevido, sus más íntimos por decirlo con toda propiedad política.
Y habrá obligados besos y abrazos de cara a dos años de indiscutibles logros, dos años de avances al alcanzar lo nadie imaginado, abrir nuevas playas en Poza Rica y aperturar nuevos basureros al aire libre.
Será la suma de éxitos al haber armonizado hasta el arrodillamiento, a los poderes legislativo y judicial y alcanzar lo nunca visto que es la gran alianza entre policías y cárteles.
Y lo nunca visto.
Un DIF, ahora sí, en auténtica labor social entregando despensas con la etiqueta de Morena y recogiendo credenciales de elector para que la ciudadanía no se pierda.
Será un II Informe donde se destaque la extraordinaria labor del señor Eric Cisneros capaz de sobrevivir a crímenes y represiones sin fin. Un informe donde se de a conocer que se la pellizcaron quienes pensaban que iría a la cárcel el superdelegado Manuel Huerta Ladrón de Guevara por violación o que el iletrado titular del Poder Legislativo, Juan Javier Gómez Cazarín, experto en la transa y el chanchullo, seguirá en la impunidad en compañía de Aldo, su “honesto” jefe de prensa.
Todo será fiesta y alegría salvo que difícilmente, acaso imposible se pueda librar del fantasma de Florisel cuyo cadáver aún no se enfriaba cuando era criminalizada por el gobernador de manera por demás cobarde.
Tiempo al tiempo.
*El autor es Premio Nacional de Periodismo |
