Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI, por más que se esfuerza por conocer y relacionarse con los líderes priístas del país, no logra encontrar gente de valía que forme parte de la directiva nacional, por lo que ha tenido que recurrir a los amigos para relevar a la gente de Manlio Fabio Beltrones. Desde luego, esos amigos tampoco tienen relación alguna ni antecedentes tricolores por lo que el click sencillamente no se da. Ochoa Reza, el desconocido y cuestionado poseedor de la credencial número 0003 que supuestamente le firmara en el 1991 el finado Luis Donaldo Colosio va de mal en peor. El rechazo del priismo nacional hacia Ochoa, es abierto y quizá se deba al video que circuló desde su llegada y en el que se evidenció que renegaba de su militancia política, lo que desde luego le resta credibilidad a su integridad política. Esa integridad en un líder nacional, es un poderoso hándicap que no podía ofrecer y que le ha dificultado mover al PRI. Ahora se reunirá con los diputados federales priístas, pero por más que se acerca a las bases y a las fuerzas políticas, estos por un lado le sonríen y por el otro lo desprecian. Así las cosas con el priísmo que podrá ser todo... menos traidor a su militancia. |