Finalmente el ‘pinche’ poder del entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán arrastró a sus aliados partidistas en el Congreso y en los ayuntamientos para concretar la tan polémica medida.
En estricto sentido, la bursatilización no era mala, el problema fue que los ayuntamientos no ejercieron el dinero y muchos se lo robaron vilmente, cometiendo así uno de los más dolorosos atropellos del sexenio de Fidel. Dicha situación fue nuevamente aplicada con Javier Duarte y nuevamente, junto con los ayuntamientos, en lugar de hacer una jugada sana, se volvieron a clavar la lana.
Hoy día, aquella cuchillada trapera, más que beneficios significa una pesada carga para las arcas públicas de 199 municipios veracruzanos a los que el gobernador Cuitláhuac García ha dicho estar dispuesto a rescatar.
Y es que Cuitláhuac sabe lo que a su gobierno le ha representado sanear las revueltas finanzas que heredó de Yunes Linares y gobiernos anteriores, y también ya sabe cuáles son los beneficios de renegociar bien la pesada deuda pública del Gobierno del Estado.
Cuitláhuac sabe que cuenta con la mano experta de su Secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, para apoyar a los municipios, y está dispuesto a potenciarlo.
Por ello, el gobernador ha lanzado su espada en prenda, para que los municipios que estén dispuestos puedan resolver su galimatías y asfixiante deuda de 1,207 millones de pesos del capital que se contrató hace 12 años, y que ya se incrementó a 1,411… es decir 207 millones más. Lo anterior sin contar todos los intereses que a través de sus participaciones federales les han sido descontados.
La propuesta de Cuitláhuac y Lima Franco es por medio de SEFIPLAN apoyarlos y respaldarlos en nuevos esquemas financieros o la reestructuración de sus deudas a fin de que los Ayuntamientos paguen menos intereses, abonen a capital y liberen recursos frescos temas prioritarios en sus demarcaciones.
Ahí está la espada en prenda de Cuitláhuac, ahora es cuestión de que los Alcaldes se acerquen y resuelvan sus yugos financieros, pues dicha solución no puede tomarse unilateralmente, sino que tendrán que ser los ayuntamientos quienes se pongan de acuerdo y con el aval del Congreso, reestructuren la pesa losa de la bursatilización. |