Por un lado, el diputado local priista Marlon Ramírez Marín, quien ha sacado a la luz actos de presunta corrupción en algunas áreas de gobierno y ha cuestionado con datos algunas situaciones que afectan a la población.
Otro caso similar es el del dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, Sergio Gil Rullán, quien al cuestionar el estado de la deuda pública de Veracruz, le mereció la atención inmediata del gobierno de MORENA.
Es decir, a nivel local, esporádica, pero hay oposición.
En cambio, a nivel nacional parece que solo les interesa cortarles las cabezas a sus dirigentes y oponerse sin fundamentos a las políticas y acciones de la 4T.
Un caso patético es lo que afirma el senador veracruzano panista Julen Rementería del Puerto, quién con referencia al tema del T-MEC aseguró que “La queja de Estados Unidos es resultado de la política energética violatoria del T-MEC implementada por Morena”, es decir, Julen Rementería ya les dio la razón a los empresarios y gobierno gringo.
Tanta alharaca, bullicio y alboroto por una solicitud para el inicio de consultas de resolución en materia energética que interpuso Washington, una etapa no contenciosa que para Julen Rementería ya es una prueba de violaciones de parte de México a los acuerdos del T-MEC.
Alguien debía asesorar al senador veracruzano que esto apenas es un paso, igual al que México inició hace como un año a los Estados Unidos para que se revisara una posible violación a las reglas de origen en el T-MEC.
¿Qué salió a decir el Senador Rementería en favor de México cuando nuestro país y Canadá hicieron exactamente lo mismo que hoy hace Washington, al reclamar y exigir un panel de controversias del T-MEC a los Estados Unidos por las reglas de origen en la construcción y ensamble de automóviles acordadas en el Tratado? ¡Nada!
No Senador, lo que se dio es una simple consulta que será discutida, analizada y acordada en los próximos 75 días, plazo que inclusive puede ser ampliado según el rumbo de las negociaciones. No se puede decir a priori, lo que afirma el senador Julen.
Es como si una persona que se siente enferma va al doctor y este le diagnostica dolor de garganta, y al enterarse la familia van y compran un ataúd para enterrarlo.
Si el chiste es crear confusión política está muy bien senador, pero si no, por hoy a usted le tocan los canillazos duros. |