No todas, pues hay posiciones que se tienen que reservar para garantizar la paridad de género, así como las cuotas a las minorías, los jóvenes y cuanta cuota se le haya ocurrido inventar a las autoridades electorales.
La disyuntiva y la duda nace en la posibilidad de que se cuelen personas sin la capacidad o preparación suficiente para ocupar esos puestos tan relevantes para los ayuntamientos.
Sin embargo, el formato que existe en los demás partidos políticos, hay que subrayarlo, tampoco garantiza que lleguen a las Regidurías las personas más capaces. Las planillas las palomean los líderes de los partidos políticos y no es raro el escuchar que estas posiciones son vendidas al mejor postor o en el mejor de los casos, se asignan como cuotas de poder a los sectores del Partido de donde sacan al menos peor o al cacique sectorial de preferencia.
La capacidad de las personas que ocuparán una regiduría por parte de los partidos políticos de oposición a Morena, son y seguirán siendo un misterio… así que atizarse la espalda con varas y desgarrarse las vestiduras por la “herejía” que es la “Tómbola”, tampoco tiene demasiado sustento.
La tómbola, señalamos la semana pasada, obedece a la igualdad de oportunidades que debe tener cualquier ciudadano para representar a sus pares en los Congresos, las Cámaras y hasta en los Ayuntamientos; obedece a la intención de evitar las cuotas de poder de los líderes partidistas; busca desterrar los compadrazgos y amiguismos tan enraizados en la idiosincrasia del mexicano; intenta evitar la venta al mejor postor de los destinos de un pueblo, entre otras razones.
No se defiende aquí el método de la “Tómbola”, seguramente no es el mejor método. Pero de allí a que lo que hacen actualmente los demás partidos políticos sea infalible, hay mucho trecho. |