Por eso mismo, en una casa en Las Ánimas, Duarte de Ochoa convocó a toda la plana mayor del PRI a una comida donde estuvieron presentes Erik Lagos, Alberto Silva, Carlos Brito, Edel Álvarez Peña, entre otros priístas destacados. El invitado de honor era el hoy senador Ricardo Ahued Bardahuil.
Ya entrados en la charla y la convivencia, el gobernador tomó la palabra y le dijo al empresario: "Mire, Don Ricardo, el motivo de esta invitación es para que acepte la candidatura a diputado local".
La respuesta del empresario fue inicialmente negativa, explicando que él quiso ser alcalde de Xalapa para hacer algo por la ciudad, pero que tenía constantes bloqueos con el pretexto de que no había recursos, pese a la buena intención de trabajar y hacer un buen papel.
Subrayó que de nada servía que los municipios fueran autónomos porque el sistema no lo dejó trabajar; que se topó con eso: que si no estas dentro del sistema, no puedes hacer nada y prácticamente tuvo que alinearse con el gobernador Fidel Herrera.
No obstante, dejaba abierta la posibilidad de aceptar si lo dejaban trabajar; lo mismo que, trasciende, ha pedido ahora a los emisarios de Morena que piden sea el candidato a la alcaldía otra vez, por ese partido.
Se sabe que previo a dicha reunión con priistas, Ahued fue visitado por varios emisarios a quienes estuvo bateando y no aceptando la propuesta de convertirse en candidato. Fue entonces que decidieron hacer la reunión en grande en Las Ánimas, con toda la jauría del PRI.
Duarte le insistió que aceptara y le prometió que nadie lo iba a cuestionar; que podía trabajar libre y aparte tendría todo el respaldo de la plana mayor de los priístas ahí presentes, mismos que habían acudido a la reunión --según palabras de Duarte-- para demostrarle respeto.
Se sabe que al final de la comida, Ricardo Ahued le dijo al gobernador: "Voy a pensarlo y en unos días le busco en Palacio de Gobierno, en su oficina".
"¡Claro!... Dime cuándo vas y te espero. Las puertas están abiertas", le contestó Duarte.
Días después esa reunión en privado se concretó en la sede del Poder Ejecutivo fue para decir "Sí, acepto", pero bajo ciertas condiciones.
Ahued Bardahuil fue diputado local del 2013-2016.
Lo que resultó contraproducente es que Duarte le dijera que no iba a intervenir en su trabajo y que le daba toda la libertad y apoyo: fue el legislador más crítico del PRI (partido que lo abanderó) cuando fue diputado local, lo que sin duda fue uno de los golpes más fuertes que recibió el tricolor en sus últimos años en el poder.
@pablojair |