Sin querer, pareciera que estoy haciendo un retrato hablado de la familia Yunes/Márquez en la conurbación Veracruz-Boca del Río, que ya prácticamente tiene sumados a los municipios de Medellín y Alvarado.
Miguel Ángel Yunes Linares y sus hijos Miguel Ángel y Fernando Yunes Márquez han hecho la tarea y prácticamente son invencibles electoralmente en este momento.
Tal es la razón fundamental por la que en esa populosa conurbación, el PAN no consideró ir en coalición con el PRI y el PRD. Aparte de las versiones que se quieran dar, consideraron en el CEN blanquiazul que los Yunes pueden solos con el paquete, y así llegarán a las urnas el primer domingo de junio del año próximo, con sus estrategas, sus candidatos y sus triunfos casi asegurados (la “ciencia exacta” también dice que en cuestión de votaciones nunca hay nada seguro, sólo tendencias, pero éstas son fuertes en este caso, aunque…).
Una vez más, se van a quedar con la ilusión los subgrupos panistas jarochos que fueron desplazados por la fuerza yunista, esa que ha dado una gubernatura, una senaduría, tres alcaldías para los hijos directos y varias diputaciones locales y federales.
El mensaje es muy claro y se expresó contundente con el regreso a la palestra de Miguel Ángel junior, quien se abrió hacia la candidatura a la alcaldía porteña que actualmente maneja su hermano Fernando, con buenos resultados y muchas simpatías entre la gente.
Los Yunes van solos, sí, porque consideran que esta vez no necesitan boyas para navegar, y que podrán mantener su hegemonía tanto en Veracruz como en Boca del Río, además de que lucharán con fuerza por las sillas de Medellín y Alvarado.
Y ya de las dos diputaciones locales y una federal ni hablamos.
Mientras los morrenistas siguen embebidos en sus pugnas internas y no logran sacar candidatos que arremolinen a las tribus, en el PAN de los Yunes hay unidad interna, hay trabajo en colonias y comunidades, hay sensibilidad y respuestas ciertas para las peticiones populares.
Los priistas y los perredistas, por su parte, están perdidos en el Puerto y no alcanzarán a ser competitivos.
De los otros diez partidos que están en la lucha, unos son satélites, otros están muy quemados y alguno aún está en proceso de organizarse para dar una batalla mejor dentro de algunos años.
Por eso los Yunes van solos… y van a ganar solos.
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