VIOLANDO la ley en todo momento, Andrés Manuel López Obrador, el Presidente de México, garante de la democracia, responsable de la paz y la tranquilidad política y social, ya se ha adelantado ante el pueblo mexicano, y ante las propias instituciones del país, que si pierde la mayoría en el congreso, de plano, vetará el presupuesto, como una facultad que tiene conferida, con lo cual está diciendo, prácticamente, que no reconocerá las derrotas que su partido, Morena, pueda sufrir en las próximas elecciones del seis de junio. Mala señal, desde luego, es la que envía desde este momento, el que debiera mantenerse al margen de este proceso electoral y respetar hasta el máximo, lo que disponen las leyes mexicanas que regulan la materia electoral.
Es así que el Presidente de la República, está haciendo campaña permanente a favor de su partido y de sus propios candidatos, donde lo mismo ataca a los adversarios políticos de Morena, como también deja que los integrantes de Morena, hagan lo que quieran, incluso, ofender directamente a las personas y a los candidatos opositores a su organización política, así como dejar que se ofenda y se amenace, incluso a nivel personal y familiar, a quienes tienen en sus manos el Instituto Nacional Electoral, instancia que debe ser respetada por todos, acatando sus resoluciones como máxima autoridad electoral.
En un acto fuera de la ley, el Presidente habla y declara en pleno proceso electoral, que tomará acciones gubernamentales en caso de no obtener la mayoría en el congreso, lo que evidencia un entrometimiento dentro del proceso electoral que se desarrolla y dicta, para sus aliados, las estrategias que deberán seguir para no reconocer la derrota.
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Se supone, ya dentro de este camino que se está siguiendo desde la Presidencia de la República, que la mayoría de los casos serán puestos a consideración de los tribunales de la materia, porque estarán ejerciendo una presión constante como ya ha sucedido con el caso Guerrero, donde ya el Tribunal Electoral del Poder Judicial, ha doblado las manos para no hacerse responsable de resolver la controversia suscitada entre el candidato de Morena, al gobierno de Guerrero, y el propio Instituto Nacional Electoral, a quien le volvieron, graciosamente, a cargar con el paquete.
El Presidente, es un violador de la ley electoral, de la propia Constitución General de la República, de la democracia del país y de la paz y tranquilidad social del pueblo mexicano.
Pero, finalmente, esto es lo que el pueblo, en su mayoría, ha elegido para dirigir los destinos de este país, donde lo menos que se conoce, es el trabajo que se está realizando a favor de todos los mexicanos, porque la mayoría del tiempo que utiliza el propio mandatario nacional, lo usa para sus propósitos personales y de grupo, pues es bien sabido que todas sus acciones han indo encaminadas a resolver sus propios problemas, los de su familia y amigos cercanos, pero nunca a favor de la gran mayoría del pueblo, el cual lo eligió. Su gobierno, es el típico caso de un sistema político autoritario que se revela todos los días y conforme pasa el tiempo, con mayores posibilidades de convertirse en una extrema dictadura.
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SALGADO MACEDONIO, UN DELINCUENTE.
YA NO HAY LA MENOR DUDA, el ex candidato a la gubernatura de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, ha violado la ley electoral, ha cometido delitos del orden penal y se ha convertido en un incitador de la violencia.
Ha amenazado públicamente a los integrantes del Instituto Nacional Electoral, y consecuentemente a los integrantes de sus respectivas familias, pues ha sugerido buscarlos en sus propios domicilios.
La pregunta que se hace en estos momentos, principalmente, en los diversos sectores de la sociedad, entre reconocidos analistas políticos, académicos y en general de todos los representantes de la sociedad, es hasta dónde llegará este hombre, que es respaldado desde la Presidencia de la República, porque según lo que ha expresado es que buscará a los responsables del INE, seguramente, para dañarlos en lo personal, y en sus familias. Algo que resulta seriamente grave y repugnante dentro de una sociedad acostumbrada a vivir en paz y en tranquilidad.
Salgado Macedonio, tiene que ser denunciado y sometido a un proceso penal por los delitos cometidos. No hay duda de que se merece, de inmediato, una orden de aprehensión, vinculándolo, de inmediato, a un proceso penal.
No hay de otra.
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LAS MAÑANERAS, DEBEN DESAPARECER.
COMO SE VE Y SE SABE, todas las comparecencias mañaneras del Presidente de la República, se han convertido en meras tribunas para de carácter electoral, desde donde se manifiestas acciones políticas a favor del partido en el poder, de sus propios candidatos y una permanente denostación de los adversarios electorales, además de ofender directamente a la sociedad y a evitar, a toda costa, la garantía que el gobierno federal y estatal, debe ofrecer para el debido cumplimiento de las acciones democráticas.
Aquí, también, en su momento, el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, dobló las manos ante la presión del mandatario nacional, con la finalidad de que lo dejaran en plena libertad para ejercer su derecho a expresarse legítimamente.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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