Si ya de por sí la violencia en contra de las mujeres podría calificarse con actos contra natura, embarazar a niñas indefensas no sé cómo se les podría decir.
El hecho es que Veracruz no solo ocupa primeros lugares en producción de ciertos productos agropecuarios, sino que también los ocupa en vergonzosos rubros como el de los embarazos infantiles.
Tan solo en el 2020 Veracruz fue el subcampeón a nivel nacional con 656 casos de niñas embarazadas con menos de 14 años.
Y no es el calor el que propicia este vergonzoso fenómeno social, lo es la falta de valores y de temor de Dios. No se trata de un tema religioso, se trata de la punta del iceberg de la descomposición social que como un cáncer nos corroe.
Este sábado aparece publicada una nota en varios medios de comunicación de Veracruz firmada por la reportera Verónica Huerta en el que se da cuenta de esta negra estadística como complemento de una denuncia pública por el asesinato de la niña Flor A. G. de 14 años y seis meses de embarazo, que fue encontrada muerta en su vivienda de la colonia Las Higueras del municipio de Teocelo.
Al respecto Verónica Huerta entrevista a Araceli González Saavedra, integrante de la Asociación Civil Equifonía, quien responde que en Veracruz persiste la “grave problemática de embarazo infantil”.
Sin dejar de mencionar que el tema debe ser atraído por la Fiscalía General del Estado de Veracruz en cuanto se refiere a un asesinato, lo lacerante del caso es que se trató de una niña violentada y embarazada sin capacidad aún de tomar sus propias decisiones.
Lo anterior porque Verónica Huerta apunta en su nota que el pasado 6 de diciembre el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, durante su comparecencia ante la Comisión de Salud del Congreso del Estado, informó de 579 casos de embarazos infantiles en niñas de 10 a 14 años en el 2021 y de 656 en el 2020, lo que ubicó a Veracruz en el segundo lugar nacional.
Lo que preocupa es que por un lado el titular de Salud haya dado cuenta lo anterior y los diputados y diputadas no hayan levantado la voz para saber qué medidas correctivas se tomaron en todos y cada uno de los casos. ¿La autoridad que representa Ramos Alor dio cuenta a la Fiscalía de cada uno de esos casos? ¿Qué resultados hubo al respecto, pues no se trató de casos sin legislar, sino de delitos tipificados como el estupro?
Es decir, al parecer ni a la autoridad, ni a los legisladores o legisladoras, les importa lo que sucede en este tema negro y el peligro que corren las niñas en Veracruz, con lo que se demuestra que las comparecencias y la Carabina de Ambrosio son completamente iguales.
Porque además en la nota de Verónica Huerta hay otro dato más que debe llamar la atención, el Secretario de Salud Roberto Ramos Alor informó que en total se atendió a 15 mil adolescentes y niñas embarazadas, de las cuales 14 mil 759 estaban en un rango de edad de entre los 15 y 19 años. Es decir, cuántas jovencitas menores de edad dejaron la escuela, sus ilusiones, sus propósitos. ¿Cuántos futuros modificados sin que al parecer a nadie le importen?
Quizá no sea tarde para que tanto Roberto Ramos Alor y la Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, y los diputados y diputadas respondan e informen a la sociedad qué han hecho en concreto para abatir este lacerante problema social cuya existencia incluso reconocen.
Estas autoridades tienen en sus manos el tratar de evitar que los casos sucedan, pero también las de asistir a las menores embarazadas e investigar las condiciones agravantes que pudieron haber en cada caso, pero sobre todo y al menos sin que medien asesinatos como el que Verónica Huerta ha denunciado, saber qué hizo la justicia en contra de los mil 235 responsables de embarazar a igual número de niñas menores de 14 años durante el 2020 y 2021.
Y lo deben hacer, no es una petición al aire, es la obligación de las autoridades no solo dar a conocer las estadísticas negras sino también qué han hecho al respecto.
La sociedad debe saber qué garantías se tienen para que esos delitos no vuelvan a repetirse. Pero sobre todo qué garantías hay de que en lo futuro sí se aplicará la ley.
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