--Yo no lo conozco –y de inmediato le exhibieron fotos de ambos platicando muy sonrientes como para desmentirlo y demostrar que por lo menos eran medios amigos y camaradas de la 4T.
Los adversarios de Cuitláhuac García --no son pocos-- han aprovechado las visitas del presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para aglutinarse en torno a él.
Personas que han platicado con este diputado casi lo elevan a la categoría de nuevo joven maravilla de la política y le conceden más probabilidades de ser gobernador, que a Rocío Nahle.
Tiene 46 años. Ha sido dos veces diputado federal plurinominal. Es militante de Morena y amigo del presidente López Obrador. Se llama Sergio Gutiérrez Luna.
Quienes lo han tratado se deshacen en elogios hacia su persona. Unos acaso por contrariar a Cuitláhuac. Otros porque quizá de veras lo consideran un político fuera de serie.
No he conversado con Sergio Gutiérrez Luna. Unas tres veces me han invitado para saludarlo y por distintos motivos no he asistido. La última, por culpa del covid.
En cuanto lo entreviste, prometo describirlo y contarles si son ciertas las maravillas que le atribuyen o si es producto de la mercadotecnia.
Su exitosa incursión en la política veracruzana constituye un verdadero fenómeno. El año pasado por estas fechas sólo unos cuantos habían escuchado su nombre.
El propio Cuitláhuac García era un perfecto desconocido hasta antes de ser candidato por primera vez a gobernador.
También Javier Duarte. Y más atrás, Agustín Acosta Lagunes. O sea, tanto los desconocidos como los muy conocidos pueden resultar eficientes o ineptos. Honestos o corruptos.
Volviendo a Sergio Gutiérrez Luna, si cuenta con la venia bendita de López Obrador para recorrer el estado y autopromoverse políticamente, júrenlo ustedes que va derechito a la candidatura gubernamental aunque Cuitláhuac y sus allegados le inunden de escollos el camino.
Después veremos quiénes serían sus oponentes por los demás partidos.
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