Más vale prevenir que lamentar, particularmente cuando tanto Sheinbaum como Adán Augusto López, no aseguran una victoria frente a Lilly Téllez, Miguel Ángel Osorio Chong o Santiago Creel. Por ello, y sabiendo que no será su nombre el que aparezca en la boleta, el de Tabasco ha preferido moverse.
“AMLO sabe que ha ido demasiado lejos, y podrían venir las revanchas si se da la alternancia en el poder”, me hacen saber fuentes cercanas al mexiquense. “EPN está tranquilo, tiene una valiosa videoteca que respalda su pacto de caballeros con el presidente, pero López Obrador no posee algo para negociar, en caso de requerirlo”.
Por eso a ninguno de los amigos que rodean a Peña le extrañó que AMLO lo desmarcara de lo ocurrido en Ayotzinapa; es parte del acuerdo signado desde julio del 2018 en Palacio Nacional. EPN no pisará nuestro país para dirimir asuntos de tipo penal hasta el 2024, está garantizado.
Algo así quiere AMLO por si los planes en las urnas no salen como los espera, particularmente para sus hijos y hermanos, aunque de antemano sabe que luce complicado, pues carece de elementos comprometedores que le permitan negociar con los adversarios.
Peña le ha dado algunas ideas, pero no hay garantía de éxito, pues en la actualidad, el inquilino de España no tiene los alcances suficientes para intervenir. Todo parece indicar que AMLO tendrá que buscar, o crear, elementos de negociación, en caso de surgirle panoramas adversos en las elecciones. Veremos qué ocurre.
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