“El que es leal eleva su mirada con humildad, y el que es desleal, con soberbia”: Alfonso Mora Chama
De pronto la mañana se volvió turbia ante los sollozos salidos del callejón vecino a la casa, en donde pocos moradores iniciaban el ajetreo diario con sus diversas actividades, gente de trabajo y de lucha constante, variada, unos directamente a las labores del campo y otros a la venta de productos y uno que otro, profesor…precisamente en la céntrica calle de 5 de mayo, cercano callejón a las oficinas de PUNTO de Teocelo, sede del hogar Mora Cid y que ahora habita el famoso Alfonso Chino Mora Cid.
El llanto ya generalizado en ese callejón se debía a la inesperada muerte de la mamá de Felipe, un chavo amigo de mis hijos, de Alfonso, Sagrario y Aldo, años después aparecería mi hija Trinidad… y Felipe siempre allegado a la casa, con su característico acento que muchas veces cuidó de mis hijos cuando tuvimos que cumplir con los compromisos en organizar bailes populares, y Felipe los sometía cariñosamente y ellos, mis hijos se encariñaban con Felipe, a veces su hermano Rafa, Pilar la otra hermana… estaban sufriendo por la muerte de su señora madre y don Beto, el papá inconsolable, pues la responsabilidad de cuidar a más de media docena de hijos…en ese callejón se escribe la vida infantil de mis hijos, jugando con los cuates.
Consolamos a Felipe, difícil a su temprana edad, acompañamos en los actos fúnebres y poco a poco logramos mantener un acercamiento que pintaba siempre sincero al grado de considerarnos de la familia… la vida transcurría y años después Felipe Limón jugaría con mis hijos en Chinineros y en lo personal, fue mi acompañante en los viajes y estancia en Coatzacoalcos, cuando laboramos en Tribuna del Sur y vivíamos, un año en el Hotel Terranova y dos años más en las Suites Mohill…y Felipe Limón, junto con Martín mi ahijado, mi primo Lázaro “güero” Chama y muchos chinineros más, Gumaro, también se sumaba, fueron mis acompañantes a la zona sur de Veracruz… de esto Felipe lo sabe, existen muchas anécdotas y ocurrencias las que señalo en mi libro “Cama 151” y se narran más momentos de alegría y experiencia que de tristeza…
Bueno… y por qué esta breve narración ?
Este día de la madre, salimos invitados por mi hija Sagrario, - yo de colado – a festejar a la mamá Triny, la abuela y esposa. Hubo de todo, risas, bromas, encuentros de amigos como Ramón Suárez, mi líder y cafetalero de Xico, sorpresivo saludo con el doctor Ricardo Palacios, ex alcalde de Coatepec y Jaqueline Bonilla, ex regidora, por separado, en La Chiripa… por cierto, exquisita comida a base de mariscos, y al retornar a casa a Teocelo, en una tarde que se estancaba a los 32 grados, la sorpresa de un misterioso y elegante ramo de flores, adornando la barra de la cocina, ignorando quien lo había colocado en ese acudido lugar en donde cenamos a veces con los nietos, a veces con los hijos…
Resumiremos esto para concluir que en esta corta vida lo que siembras cosecharás, y en esta casa, sin cortesanos que presumir y en donde no vivimos intrigados porque no somos arrogantes, no somos esclavos de las cosas superfluas y practicamos la unidad, comprobamos que lo más importante en la vida es la amistad, el amor, la generosidad y el cariño de los amigos y cercanos a la familia… las intrigas y envidias, no cumplen su cometido. Felipe Limón mi agradecimiento por tan ejemplar detalle porque además de coincidir en este bello lugar de Teocelo, con el cabo de año de tu papá, llevaste este valiosísimo ramo de flores que es demostración de gratitud entendiendo que la abundancia no siempre se mide por el dinero y la humildad no es asunto de una cultura o de una clase social, con el pésimo entendimiento que la gente que carece de dinero es de condición humilde, lo más errado que pudiera existir, si el carecer de dinero no te convierte en una persona humilde, si vemos quienes sin tener dinero son soberbios… cuales clases sociales si todos somos iguales y vimos derechitos al hoyo sin riquezas y sin títulos de alcurnia…
Felipe… tu ramo de flores lo dice todo. Y debo concluir amigo expresando que en ti siempre vimos la tenacidad desde que tu mamá falleció y no es igual a la perseverancia o constancia, fuiste más allá porque le agregaste algo que llamaríamos fuerza, factor que obliga a salir avante, con dedicación y fe, con empeño y sin reniegos para levantar en esta vida a tus hermanos y hacerlos gente de bien. Superaste Felipe, toda resistencia y eso no se presenta en otros cuando fatigados y sin fe abandonan la lucha.
Sigues siendo humilde Felipe Limón, tienes el cariño de la gente, de tus vecinos y seguramente allá en donde lograste tu hogar, quien lo diría, en la zona sur que recorriste conmigo en varias ocasiones, es más, fuiste a jugar con Chinineros cuando chavo, ahí en un lugar cercano a Acayucan, y tu humildad te hace grande ante los ojos de quienes se alejan de Dios y de la confianza que se tiene para superar adversidades; la riqueza va, viene, se va nuevamente, pero el amor, el cariño y estos detalles como el misterioso ramo de flores de este día Felipe, eso vale todo el oro del mundo y doña Triny, lo valora y te lo agradece llevando tu noble gesto para toda la vida…
No cabe duda que jamás se termina de aprender… donde hay humildad habrá sabiduría Felipe… y donde existe soberbia, estará la ignorancia.
Dios bendiga a tu familia Felipe Limón.
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