De lo que Héctor Yunes Landa, presidente de la asociación “Alianza Generacional”, comentó a los periodistas de la Asociación de Comunicadores de Veracruz (ACOVER), se desprenden varias reflexiones que vale la pena analizar y puntualizar. 

Héctor Yunes puso el dedo en una llaga peligrosa y oculta del radar del análisis político local, una especie de ‘calentamiento’ y ‘aceleramiento’ de la sucesión en Veracruz. 

Y es que como Héctor lo dijo, y lo dijo bien clarito, “a la actual administración estatal le faltan aún 27 meses de su gestión” por lo que advirtió que sí irá con todo por su candidatura “pero no son momentos de candidaturas… La sociedad espera que le hablemos más de la solución de sus problemas a que les hablemos de nuestras pretensiones futuras”, y abundó que “Es lamentable que varios integrantes del gabinete están ocupados en el 2024 y que pena para un gobernador que sus propios colaboradores, el propio presidente nacional de su partido y altos funcionarios de la federación ya están pensando en el cambio de Cuitláhuac, le están ‘zopiloteando’ el cargo". 

“Hoy la sociedad espera que le hablemos más de la solución de sus problemas a que les hablemos de nuestras pretensiones futuras”, señaló, y puso en la mesa una lista de 12 puntos de urgente atención para que Veracruz prospere y resuelva lo que los veracruzanos requieren. 

¿Y sabe qué? Tiene mucha razón Héctor. Veracruz suda hoy calenturas ajenas propias del Estado de México y de Coahuila que tendrán elecciones en el 23. 

Tan es cierto lo que resaltó Héctor Yunes que ese aceleramiento, por ejemplo, hasta en el Estado de México se siente (aunque en menor medida, pero se siente), toda vez que MORENA ya eligió a su candidata Delfina Gómez a la cual la hicieron renunciar a la SEP y debió regresar a su escaño en el Senado, pues es claro que había quedado en un vacío electoral, que por ley no podría llenar so pena de caer en las garras del Tribunal Electoral de la Federación por actos anticipados de campaña.  

Igual podría verse lo que sucede en Veracruz con los desbocados adelantos proselitistas de la Secretaria de Energía, Rocío Nahle; el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna; y el delegado de Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara; y no pocos colaborares directos de Cuitláhuac. Pero igual, podría verse el aceleramiento del diputado priista José Yunes Zorrilla y el senador panista Julen Rementería. 

Todos andan acelerados… y la verdad, aún no son los tiempos.   

Es decir, ¡No se calienten garnachas que la manteca está fría!

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