En la Mañanera de hoy, AMLO y los que veían la transmisión en vivo escucharon atónitos a un periodista que detalló uno a uno diversos casos de la corrupción interna que impera en el futbol mexicano. Sin embargo, y a pesar de que lo que mencionado ahí por el periodista es algo ya común y público, no dejó de sorprender y hasta de pensar que haya sido algo previsto y sembrado para darle vida a la agenda oficial del combate a la corrupción e ir por peces gordos que, mediáticamente, serán muy rentables en los últimos dos años del actual gobierno. A como se acostumbra derivar los casos que se exponen en las mañaneras, lo más probable es que AMLO gire instrucciones formales a los titulares del SAT y de la FGR para darle atención a las denuncias hoy ventiladas ante la nación. Es decir, el tema viejo y conocido de la corrupción en el futbol pasó la barrera de la vox populi para tomar el cauce de las denuncias públicas y ser investigados al más alto nivel. Los temas de presunta corrupción al interior del futbol mexicano que puntualmente fue soltando el periodista fueron: 1.- Cobros a padres de familia para que les permitan debutar a sus hijos en las canchas; 2.- La compra y venta de jugadores a sobreprecio; 3.- La operación de promotores a modo a fin de obtener recursos de manera ilegal; 4.- La evasión fiscal de parte de jugadores, equipos, socios, etc. Sin embargo, el tema político que fue sembrado en la mañanera por el periodista tuvo que ver con las prácticas de dominio público que realizan algunos empresarios, políticos y medios de comunicación que son socios de los clubes. Aquí, el periodista usó el ejemplo de los universitarios Pumas de la UNAM, del que dijo que “ya no es de la UNAM como se creía y sí de una asociación civil donde destacan como propietarios Ciro Murayama, consejero del INE, dueños de medios de comunicación, empresarios y promotores de jugadores”, lo cual fue posteriormente desmentido por el Consejero. Igual mencionó al Club de Futbol ‘La Jaiba brava’ de Tamaulipas al que el exgobernador de ese estado, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, supuestamente, desvió recursos del Estado para inyectarle recursos. Otro caso es el del Club Pachuca, del que presuntamente Jesús Murillo Karam le vendió el equipo al exgobernador de ese estado Manuel Ángel Núñez Soto, quien también -según él- utilizaría recursos estatales para su promoción, así como al actual senador priista Miguel Ángel Osorio Chong para construir el club de la fama. El periodista no dejó de mencionar que Televisa y TV Azteca, las dos televisoras más importantes del país, son las que manejan todo el negocio de los equipos y la desigualdad que existe entre las y los jugadores donde una mujer gana de entre 6 mil a 60 mil pesos y los hombres alcanzan millones de pesos. El tema es por demás espinoso, puesto que independientemente de lo político, la evasión fiscal, que sabido existe, podría ser la rendija esperada por el SAT para meterse con todo y caballo en las finanzas de los clubes y sacar lodo radiactivo y propiciar la fuga del país de empresarios que han sido señalados reiteradamente en medios deportivos con singular alegría. Y es que si bien el futbol es un negocio privado, la evasión fiscal solapada históricamente desde Palacio Nacional y, sobre todo, el siempre sospechoso dinero público que desde los estados van a parar directamente a los bolsillos de los empresarios futboleros vía concesiones de infraestructura deportiva y estadios, la condonación de impuestos estatales y federales así como diversos apoyos extraordinarios, son hoyos negros por lo regular no investigados. Sígame en @frlicona |