En primer lugar, sería prematuro que la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y su equipo de asesores políticos, estén pensando en la campaña presidencial cuando está más que demostrado que la lucha interna con las demás corcholatas está más que cerrada y es encarnizada; ya que por un lado el titular de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, no quita el dedo del renglón y es el único que podría hablarle al oído a AMLO y podría canalizar las inconformidades manifiestas del senador Ricardo Monreal y el canciller Marcelo Ebrard contra Claudia Sheinbaum, quienes verían la unción del tabasqueño como un triunfo personal por haber impedido el ascenso de Sheinbaum e impedir lo que ven como una imposición de AMLO.
Sin embargo, esa ligera posibilidad le saldría demasiado barata a AMLO para que así se le resolviera el galimatías en que ha convertido la sucesión en su partido.
Más bien lo que hasta ahora se puede ver es que tanto el senador Ricardo Monreal como el canciller Marcelo Ebrard se la jugarán hasta el final y no va a ser tan fácil, ni tan sincero, que de buenas a primeras se inclinen ante Sheinbaum y le rindan pleitesía, mucho menos que se pongan como desesperados haciendo campaña en su favor.
Es decir, ¿Qué beneficios políticos y económicos le podría traer a Claudia Sheinbaum que los gobernadores de Veracruz y Morelos renuncien a sus cargos para hacer campaña a su favor? ¡Nada!
Políticamente, lo que más le conviene a Sheinbaum es que los dos gobernadores (Cuitláhuac y Cuauhtémoc), sigan en sus cargos y le preparen las parcelas tanto con abono del caro y el control político de sus peones y capataces.
Dos gobernadores sin charola y sin presupuesto -sobre todo en una contienda interna- no tendrían la misma efectividad política.
Aunque una cosa muy distinta podría ser, y eso lo digo con mucha cautela, que se incorporaran con Claudia Sheinbaum ya como candidata presidencial oficial, pues el jale popular y lo devastada que está la oposición le darían hasta cierto punto mayor seguridad hacia el futuro. Sin embargo, aun así se ve muy difícil que ello suceda, sobre todo porque el propio AMLO debe estar pensando en sacar el 24 y ahí sí que va a necesitar a Cuitláhuac y a Cuauhtémoc como gobernadores y con todo el control político de que sean capaces.
Lo que sí se puede decir es que Cuitláhuac García ha sabido llevar de la mano el crecimiento de MORENA en Veracruz a través de operadores políticos eficientes como Juan Javier Gómez Cazarín, Zenyazen Escobar García, Eric Patrocinio Cisneros y si a eso se le agrega el intenso trabajo a ras de tierra que ha realizado Manuel Huerta y el acercamiento a las bases que ha realizado Esteban Ramírez Zepeta, pues Veracruz en el 24 no pinta más que para ser de MORENA.
Y, un punto más, la obra pública que ha realizado Cuitláhuac por todo el Estado contará, y mucho, en las urnas, sobre todo por los beneficios directos que han llevado a las zonas rurales, marginadas y colonias populares.
Bueno, al menos eso es lo que trae escrito por ahí el librito de la política, pero ya se sabe que en la política todo puede pasar, inclusive decisiones estrambóticas que a nada llevan.
Veremos.
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