En los cafés políticos de Veracruz cada día se escucha más acerca de las posibilidades que tienen los priístas de regresar al poder y, sobre todo, de las figuras que pueden encabezar los próximos esfuerzos por lograrlo. 

En primer lugar, si en Veracruz se formaliza la alianza PAN- PRI-PRD, el PRI sí tiene las condiciones para encabezarla como sucede hoy en el Estado de México, porque en Veracruz el tricolor tiene piezas de peso completo; mujeres y nuevas figuras que han abierto la selva machista a base de lucha y han dado la cara luego de que fueron sacados de Palacio y fueron derrotados en las urnas por el panista Miguel Ángel Yunes Linares. 

Además, para el PRI las condiciones políticas al interior de la posible alianza ‘Va por Veracruz’ le son totalmente favorables, sobre todo porque el PRI ha trabajado para ello y porque el PAN se ha estancado, carece de liderazgo y se encuentra dividido por sus luchas intestinas entre el grupo de los Yunes del Estero y el grupo del senador Julen Rementería del Puerto. Una guerra entre familias que se ha hecho más cruda a lo largo de los años, pero sobre todo desde que Cuitláhuac García Jiménez derrotó en las urnas al panista Miguel Ángel Yunes Márquez. La imposición que el entonces gobernador Yunes Linares hizo en favor de su cachorro, fracturó las bases del panismo en Veracruz y se reflejó en un Comité Directivo Estatal fracturado.  

El otro punto en favor del PRI es que el PRD no existe, se hizo viejo y no ha cultivado nuevas figuras. Desde hace años su dirigente estatal lo es todo, y ha desaparecido de la Cámara de Diputados y de las alcaldías de los principales municipios del Estado y no cuenta con barajas para apostar en la eventual Alianza ‘Va por Veracruz’. 

Es más, el PRI de Veracruz está hoy preparado incluso para cualquier eventualidad y que la equidad de género decida si un hombre o una mujer deben encabezar la candidatura. 

Si las candidaturas por ley las debe encabezar una mujer, el PRI tiene fichas con qué apostar con las figuras de Lorena Piñón Rivera, Anilú Ingram Vallines, Yolanda Lagunes López, Arianna Ángeles Aguirre o Dalia Edith Pérez Castañeda, por mencionar algunas. 

Y si las candidaturas las deben encabezar hombres, el PRI tiene fichas como Ponciano Vázquez Parisi, Carlos Aceves Amezcua, Marlon Ramírez Marín, Fernando Kuri Kuri, Adolfo Mota Hernández, Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla, por mencionar algunos.  

Y es que no solo se juega en el 2024 la gubernatura, sino también otros puestos de elección popular que deben ser ganados. 

Los gurús priistas mencionan que los nombres anteriores ni siquiera son definitivos, pero es una lista muy cercana de lo que el partido puede cosechar de su parcela y dar la batalla en el 24; pero más aún en esas mismas figuras tienen materia viva y suficiente como para disputar las senadurías, diputaciones federales y locales que han perdido. 

El PRI está preparado, ha sabido ser una oposición propositiva y crítica, pero sobre todo ha enmendado caminos y hoy el compromiso que tienen con los jóvenes, con la sangre nueva que se ha incorporado al partido los hace más fuertes. 

Finalmente, el PRI, a diferencia del PAN, se encuentra unido (salvo algunas excepciones) y seguramente se verá lo anterior el próximo mes de mayo cuando por estatutos se deba renovar el Comité Directivo Estatal que, se adelanta, se disputará de cara a las bases, igual y como se eligió a la actual dirigencia de Marlon Ramírez Marín. 

Y la verdad, quizá a usted no le suenen algunos nombres y piense que hacen falta otros o que algunos de ellos ya están muy quemados, pero lo importante es que el PRI en Veracruz no se acostó debajo del árbol a que le cayeran las frutas. 

Así que el menú completo se lo llevan hoy los priistas que vieron el temblor y se pusieron las pilas. 

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