Un caso peculiar fue el de la hoy extinta magistrada Sofía Martínez Huerta, primera mujer en ser presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado. De manera extraña, en octubre de 2019 fue nombrada como magistrada y en diciembre ya era presidenta del Tribunal y del Consejo de la Judicatura. Validó las irregularidades que al gobierno le interesaban y, cuando dejó de ser útil, a los 10 meses, fue sometida a juicio político y destituida.
Su lugar lo ocupó otra mujer, Isabel Inés Romero, quien sí supo someterse al interés político y dejó el Tribunal peor que como lo encontró, que ya es mucho decir.
Un caso inaudito de brutalidad para perseguir a enemigos políticos, fue el entramado para meter a la cárcel a quien fue una de los mejores alcaldes de Veracruz en el anterior periodo municipal, Viridiana Bretón Feito. La brillante periodista y notable jefa de una bella familia, impulsó al modesto municipio de Ixhuatlán del Café hasta hacerlo aparecer como sitio interesante, embellecido e industrioso. Su gestión recibió nimias observaciones de daño patrimonial por parte del Orfis, que fácilmente solventó.
Su “gran error” fue haberse convertido en representante regional de un aspirante a la gubernatura que no es del agrado de Cuitláhuac García, por lo que se le armó un tinglado en que, una protesta de cafetaleros en justa demanda de mejores precios para el aromático, fue convertida en un mortífero ataque terrorista a una empresa cafetalera y ahora ella está en la cárcel desde fines de mayo, junto con líderes cafetaleros, de manera destacada Cirio Ruiz.
Angélica Sánchez Hernández es una víctima más del autoritarismo. Su caso como jueza procesada con visos de irregularidad ha activado a los organismos de colegas juzgadores de todo el mundo, particularmente de América Latina. Este miércoles, estuvo presente la ONU, vía un representante de la Oficina del Alto comisionado, así como abogados del Instituto Federal de la Defensoría Pública (IFDP), en la audiencia inicial en Pacho Viejo, donde fue vinculada a proceso acusada de tráfico de influencias. Jueces y magistrados del mundo pidieron también medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Naturalmente, la inferencia inmediata es que si una experta en derecho, especializada en penal, como es la jueza Sánchez, es sometida a las arbitrariedades ministeriales y judiciales que han sido del dominio público, ¿qué puede esperar otro ciudadano carente de ese entrenamiento?
Y el caso de más reciente donde se prevé el embate de Cuitláhuac García contra otra mujer es el de la periodista Claudia Guerrero Martínez.
El ambiente tenebroso de represión hace que este domingo 18 de junio, la comunicadora advierta al gremio que se está iniciando la embestida contra ella, luego de que elementos de la Fiscalía de Veracruz le entregaron un citatorio para que comparezca en calidad de investigada dentro de una Carpeta de Investigación que data de 2022.
Con justa razón manifiesta temor porque precisamente la jueza Sánchez previamente denunció haber sido torturada y obligada a disparar un arma, lo cual revela los procedimientos que está empleando la fiscal Verónica Hernández Giadáns para incriminar a los ciudadanos incómodos, y que puede utilizar contra alguien tan incómodo como la doctora Guerrero.
Nos sumamos a la petición de apoyo a los compañeros de todo el mundo aglutinados en Artículo 19, el Mecanismo para la Atención de Periodistas de la Secretaría de Gobernación, a las organizaciones y colegas periodistas de Veracruz y del mundo, y a todo ciudadano libre que considere que el trabajo periodístico vale la pena como columna de la democracia, sobre todo practicado por una mujer valiente, a quien no le ha temblado el pulso para denunciar la corrupción en los gobiernos de Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte de Ochoa, Miguel Ángel Yunes Linares y Cuitláhuac García Jiménez.
Estamos contigo, Claudia.
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