Mientras que por un lado Xóchitl Gálvez, aspirante a la Presidencia por parte de “Fuerza y Corazón por México”, rechaza hacer convenios para ocupar cargos públicos, por otro el dirigente nacional del PRI e impulsor de la candidatura de Xóchitl, piensa que los espacios de gobierno deben ser inclusivos y respetarse los acuerdos como él mismo ahora se compromete a respetar los Convenios a que se llegue con el PAN y el PRD en su lucha por la Jefatura de Gobierno de la CDMX.
El tema es que, según lo dio a conocer el propio dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, esos Convenios que han firmado el PRIAN antes de las elecciones (como la de Coahuila), ya se sabe en qué términos se hacen y si Xóchitl Gálvez ganara la Presidencia y luego no les llegase a cumplir a Alito y a Marko Cortés, seguro le publicarán los ‘convenios y acuerdos’ y la exhibirán como lo hizo Marko Cortés al gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez.
Xóchitl, a raíz de lo que se destapó en Coahuila, de inmediato fijó su postura respecto a ese tipo de ‘acuerdos’ y ‘convenios’ y aseguró en Cabo San Lucas, Baja California Sur, que de llegar a la Presidencia de la República no aceptará ningún tipo de Acuerdo para repartir cargos públicos como los destapados por el dirigente del PAN con el gobernador de Coahuila.
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‘No a cuotas, no a cuates’ dijo, y reafirmó: “Yo no he hecho ningún tipo de acuerdo, de ningún tipo, ni lo aceptaría, ni lo haría… No hay cuotas, no hay cuates, no hay convenios, ni se han atrevido a proponérmelo ni lo aceptaría yo; soy una mujer honesta, transparente, valiente, clara, directa, y tengo una forma diferente de hacer política”, sostuvo.
El problema es que de antemano y desde su lanzamiento como candidata de la Coalición “Fuerza y Corazón por México” se dijo que ganarán la Presidencia y formarán entre los tres partidos un gobierno de Coalición y en las coaliciones, forzosamente hay repartos.
Exactamente el pasado 15 de noviembre, como Senadora, Xóchitl Gálvez presentó una iniciativa en materia de gobiernos de coalición, porque se necesita terminar con el hiperpresidencialismo y garantizar la estabilidad y la eficacia del gobierno en turno y afirmó “La figura de gobiernos de coalición oxigenará nuestra democracia. Garantizarán que todas las expresiones de nuestra pluralidad se puedan manifestar con tolerancia y en un auténtico Estado de Derecho”.
¿Con esa iniciativa no firmó su compromiso con Alito, Marko Cortés y Jesús Zambrano, para gobernar con ellos si llega a la Presidencia? ¿No es un convenio o acuerdo político como el que Marko Cortés confesó haber llegado en Coahuila para llevar al poder a Manolo Jiménez?
Y es que en el PRI piensan totalmente diferente a Xóchitl, y Alito Moreno lo acaba de ratificar como apoyo a la postura que adoptó Marko Cortés ante su conflicto con el gobernador de Coahuila así: “El PRI abrirá espacios federales para el PAN en Coahuila y CDMX”, e insistió en que los espacios deben ser inclusivos, y todos los que integran el partido deben velar por la apertura y la unidad. “Las diferencias siempre deben abrir la puerta al diálogo y al acuerdo. Siempre hay que construir por el bien de México y de la coalición… tenemos la obligación y la responsabilidad de estar a la altura de lo que los ciudadanos esperan de nosotros. Los espacios deben ser inclusivos, todos y todas debemos velar por la apertura y la unidad. Así debemos conducirnos siempre”.
Es decir, mientras Xóchitl Gálvez sueña con hacer un gobierno independiente y con los hombres y mujeres más capaces, Alito Moreno y Marko Cortés piensan recuperar su inversión partidista a base de convenios y acuerdos como a chaleco se meterán en el gobierno de Manolo Jiménez en Coahuila.
Así de fácil y a la vez de complicado, se ve el panorama para Xóchitl Gálvez, quien no supo, ni remotamente, el tipo de lobos con los que se metió para lograr ser candidata presidencial.
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