Así, simplemente. “No cuentan con autorización”.
No se dio respuesta sobre si efectivamente la aplicación Uber está operando o no, que es lo que los taxistas denuncian, es decir, fue una respuesta ambigua que no responde a nada.
Pero lo interesante del debate convocado por la XEU fue la respuesta de los radioescuchas que se convirtió en una demanda social a la que el gobierno está obligado a dar pronta respuesta.
La demanda de los veracruzanos es que el servicio de taxis actual es obsoleto, caro, sucio, viejo, apestoso, y que se presta a la delincuencia con la complicidad de los choferes desalineados, sucios, mal educados y sobre todo, abusivo de las tarifas de cobro. Y no solo lo digo yo, lo dijeron los usuarios consultados.
Es decir, este es un tema en el que la autoridad está fallando no solo en el Puerto sino en todo el Estado. Lo que los radioescuchas denunciaron es ciertísimo y la autoridad debe atender este tema de inmediato pues su función no es solo la de cobrar por las licencias y permisos, sino también lo es el verificar que las unidades que prestan el servicio estén en completa operatividad mecánica y dignas de quien paga por su uso.
Ahora bien, en cuanto al tema de las aplicaciones, ¿No sería bueno que la sociedad civil, sí, esa que hoy está tan preocupada por defender su democracia, marchara y obligara al gobierno que concesiona el servicio del transporte público a que de una vez por todas autorice el UBER y otras Apps en beneficio de la población en general? Vaya, cuando menos es el ánimo popular.
¿No debería el gobierno hacer una limpia de las concesiones, muchas de las cuales están en manos de quienes en algún momento han sido influyentes funcionarios de gobierno y empresarios con poder en el mejor de los casos, y en el peor, responden al crimen organizado?
Es decir, ¿Quién podrá más, la población cuya necesidad vital es moverse en la ciudad, o unos cuantos poderosos concesionarios que no invierten y se han pasado años ordeñando la ubre obtenida como prebendas del gobierno a los amigos y a los cómplices que callaron en su momento la corrupción imperante?
El tema es por demás caliente, pero sería interesante ver qué candidato al gobierno se interesa por el tema y lo vuelve compromiso de campaña. Son temas espinosos, pero que deben ser tomados en cuenta de forma firme y sin ambages por quienes aspiran a gobernar Veracruz.
¿Será Rocío Nahle García, Pepe Yunes Zorrilla o Polo Deschamps el que tome el tema? ¿Serán los tres? ¿O ninguno? Usted, qué piensa, ¿Tienen el valor o les vale?
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