Obviamente, al conocerse la iniciativa del senador de MORENA Napoleón Gómez Urrutia, los empresarios adheridos a la COPARMEX (los más fuertes del país) de inmediato pusieron el grito en el cielo y aseguraron que “No es el momento oportuno”… pero seamos francos, para ellos con ese tema nunca habrá “momento oportuno”, como tampoco hay momentos oportunos para medidas similares que están enfiladas al beneficio de la clase trabajadora.
Lo cierto es que lo mismo ha pasado cada vez que el actual gobierno ha propuesto iniciativas que benefician a la clase trabajadora, como la de incrementar los Salarios Mínimos con la que advertían que la inflación sería galopante, y ya ve, no pasó nada fuera de control. Lo mismo con otras reformas laborales que ya se han aplicado. Los empresarios se oponen y pronostican pérdida de competitividad internacional, inflación y que la economía se va a caer y todo se volverá un desastre, pero lo cierto es que hasta ahora eso no ha sucedido: las utilidades de los empresarios cada vez aumentan y el empleo también.
Actualmente, en cuanto al nivel de desempleo, México tiene hoy por hoy el que más bajo nivel de desempleo con el 2.8%, solo atrás de Japón y Polonia que tienen 2.4 y 2.7%, respectivamente, según el último reporte de la OCDE.
El peso y la economía están fuertes y las inversiones extranjeras directas han roto récord en los últimos 5 años.
Así es que lo más probable es que nada pase si se aumentan los aguinaldos al doble, pero eso sí, los senadores, diputados y partidos políticos deben sopesar muy bien la medida, pues tal vez lo mejor no sea lo más conveniente duplicarlo, sino proponer su aumento gradual para no violentar la economía… pero eso sí, que sea un compromiso legal.
Por otro lado, y acompañando la medida, velar porque no se evada la responsabilidad de los empresarios y se cubran los aguinaldos y el reparto de utilidades al pie de la letra.
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