Cuando se evoca el nombre de Raquel Buenrostro Sánchez, lo primero que se viene a la mente es una funcionaria pulcra, recia y estricta, que como universitaria fue merecedora de medallas, menciones honoríficas, y como funcionaria pública ha sido reconocida por la rectitud con la que se ha conducido al frente de la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda, y como titular de la Secretaría de Economía, y ya ni se diga de su gestión al frente del SAT, de donde le vino el seudónimo de la Dama de Hierro. 

Ayer, el Senado de la República la ratificó en el cargo que la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo le otorgó como titular de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, con una envidiable votación de 95 votos en pro, 1 voto en contra y 17 abstenciones. Es decir, la oposición no votó a su favor, pero tampoco en contra. 

Ahí, Raquel envió a los mexicanos un mensaje muy fuerte que obviamente debió recibir directamente de la presidenta Sheinbaum y que es obvio deberán tomar al pie de la letra los más de 20 gobernadores de MORENA, so pena de tener que arrepentirse después. 

Raquel Buenrostro Sánchez anunció que va por los peces que sean corruptos, “sean gordos, flacos, chiquitos o grandes”. 

Y fue más allá al decir que en el sexenio de AMLO no solo el caso de Segalmex manchó la imagen del Movimiento de la 4T, sino varios más cuyas investigaciones están abiertas.

Pero no solo se refirió a eso, sino que ofreció -y debe ser verdad cuando lo dijo- que ni siquiera los hijos de AMLO estarán exentos de ser alcanzados en caso de que se presenten denuncias contra ellos, las que serán atendidas como corresponda: “todas las denuncias que existan les vamos a dar el cumplimiento que se tenga que dar”.

Lo anterior deberá de ser la única línea de trabajo que habrán de seguir las áreas anticorrupción de todos los gobiernos estatales, al menos de los gobernados por MORENA, como Veracruz con Rocío Nahle García. 

Y es que el Movimiento político de la 4T debe dejar en claro que el combate a la corrupción, su principal bandera que lo llevó al Poder, no fue un simple eslogan de campaña. Y si en el sexenio anterior hubo manos largas que no entendieron el mensaje del pueblo y la filosofía de AMLO de no robar y no mentir, lo hicieron; al presente gobierno federal y los estatales les corresponde investigarlos y sobre todo juzgarlos y llevarlos a la cárcel, de lo contrario el futuro y el 2030 de MORENA estará en la balanza y no de su lado. 

Al PAN, cuando con Vicente Fox logró quitar el poder al PRI, poco les duró el gusto, precisamente porque llegaron a hacer lo mismo que los priistas. Así que el mensaje es claro, o MORENA se aplica y mete orden y se cumple lo que ofreció ayer Raquel Buenrostro de ir por los peces que sean corruptos, “sean gordos, flacos, chiquitos o grandes” o de plano que vayan alistando maletas como el PAN, porque el pueblo bueno también se cansa y se los cobrará más que caro. 

Al menos aquí en Veracruz no son pocos los casos que se denunciaron en el gobierno de Cuitláhuac a los que de hecho ni los fumaron, pero que han permeado entre los veracruzanos en la sensación de que hubo corrupción solapada, al menos en favor de los titulares de la SIOP, Medio Ambiente, SEDARPA, Salud y SEGOB, por mencionar algunos. 

Así que aunado a lo que ha ofrecido la gobernadora Nahle, el mensaje de Raquel Buenrostro (es decir de Claudia Sheinbaum), sirve como luz verde para actuar contra exfuncionarios y colaboradores de Cuitláhuac, sean gordos, flacos, chiquitos o grandotes. 

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