Tiene razón la gobernadora Rocío Nahle: es temporada de zopilotes.
Y es que el zopilote (también conocido como “buitre americano”) es un ave carroñera. Sobrevive gracias a su capacidad para localizar y consumir cadáveres.
Y si algo abunda en la actualidad en Veracruz son, precisamente, los cadáveres.
Estas curiosas aves tienen, además, otra cualidad: anticipan cuando alguna potencial presa está a punto de sucumbir y sobrevuelan sobre ella, en espera de que sucumba. Es por esa actitud que en el lenguaje popular se les conoce como “zopilotes” a quienes aprovechan los momentos complicados de alguna figura política para beneficiarse de su desgracia.
Rocío Nahle sabe de eso. Sus huestes han jugado el papel de “zopilotes” a partir de que se hizo pública la vinculación del coordinador de los senadores de Morena Adán Augusto López con una organización criminal que nació y se fortaleció en Tabasco, justo cuando él era gobernador.
Hoy, que Veracruz se cimbra por la violencia sin control en el norte de la entidad, la gobernadora asume que los puntos negros que aparecen en el cielo (en las redes sociales y en los medios de comunicación) son zopilotes que le envió aquel cadáver político.
Durante la conferencia de prensa de este martes (la que usualmente se realiza los lunes, pero -dicen- la gobernadora “no estaba de humor”) cuando los reporteros quisieron pasar del mensaje político a lo importante: la situación en el norte de Veracruz, la gobernadora terminó por admitir que no sabe aún qué es lo que sucede.
No lo dijo así, claro, pero les pidió a los reporteros esperar a que la Fiscalía de Veracruz, lo mismo que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) le entreguen un informe detallado.
Y mientras la gobernadora y su “mesa de seguridad” averiguan qué pasa en el norte de la entidad, los criminales siguen haciendo de las suyas sin freno alguno.
Poco después del mediodía de este martes, en una playa de Tuxpan, varios sujetos armados atacaron a un hombre, quien recibió varios impactos de bala. Su cuerpo, ya sin vida, quedó tirado en la arena.
Es muy probable que la gobernadora tenga razón, que -en efecto- grupos del interior de Morena pretendan desestabilizar su gobierno. No es ninguna sorpresa, pues desde su creación, Morena enfrenta profundas diferencias entre diversos grupos políticos y hoy no hay quien imponga el orden.
Pero Rocío Nahle no se puede colocar en el papel de víctima. Ella está jugando esa partida con las mismas estrategias, con las mismas mañas, y en el juego, como en la política, “el que se ríe, se lleva”.
Rocío Nahle no tiene que hacer complicadas investigaciones para determinar si detrás del golpeteo que -dice ella- está sufriendo, está la mano siniestra de alguno de sus enemigos políticos. Más bien debe trabajar en cubrir todos sus flancos y cuidarse de ya no dar motivos para que la golpeen.
Hoy, por lo pronto, se las puso muy fácil. Violencia hay en los 32 estados del país, pero no todos los gobernadores asumen el papel protagónico que ella está jugando. Sus enemigos habrán expresado, llenos de júbilo: “¡mírala, se puso de pechito!”.
Ahí es donde nos preguntamos: ¿dónde están los asesores?
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Epílogo.
No por reseñar la violencia en el norte, perdamos de vista el resto de la entidad. No es guerra sucia, no es “campaña negra”, sino el registro de un suceso que no se debe pasar por alto. *** La tarde de este martes, en la localidad de Tuzamapan, del municipio de Coatepec, vendedores de limón fueron atacados por un grupo armado, hechos en los que fallecieron dos personas y una más resultó gravemente herida. *** Las víctimas ofrecían su producto a orillas de la carretera, en el tramo Coatepec–Jalcomulco, cuando sujetos armados llegaron al sitio y les dispararon. Por supuesto, no hay detenidos ni un reporte oficial de nuestras autoridades.
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